El Grupo R Drivers se ha propuesto revolucionar el mapa del motor en Balears. No en vano, desde hace largo tiempo trabaja en un proyecto de altos vuelos que tiene como meta dotar al archipiélago de una instalación de máximo rango para el desarrollo y la práctica del automovilismo, sin cerrar las puertas al motociclismo. La primera fase muestra como ejes la puesta en marcha de la sede central, el desarrollo de la revista y la web oficiales, y la creación de la Escuela R Drivers de conducción y pilotaje, orientada especialmente hacia los GT y acreditada por la Race Academy, ofreciendo un equipo de monitores y una flota de vehículos, además de contar con una autoescuela oficial. La colaboración de Simtech Pro -además de otras empresas como Serbecar o el RACC- a la hora de la dotación de simuladores sería otro pilar de una fase que contemplaría a su vez un centro de preparación y manteniento GT y una sala de exposición y venta.
El siguiente paso sería el más ambicioso y costoso, y el Grupo R Drivers pretende encontrar el apoyo logístico de las instituciones para desarrollar un circuito oficial homologado por la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), al que se unirían las infraestructuras anteriormente mencionadas, y las que permitan el funcionamiento de la instalación -oficinas, mantenimiento...-. Un párking, un hotel, un área de ocio y comercial completarían la oferta de un recinto llamado a romper barreras y que apostaría por el medio ambiente y las energías renovables, además de convertirse en un estímulo para la economía isleña, sin dejar de lado el impacto mediático y el interés público de una instalación que se une a la lista de proyectos de circuitos y pistas de motor que se han puesto sobre la mesa en los últimos meses en Mallorca. Y el Grupo R Drivers va en serio.