El Mariana aprende a sufrir y empieza a emitir las buenas vibraciones que se esperaban. Las chicas de Jorge Méndez se emplearon a fondo para tumbar a un Estudiantes (74-69) que no estuvo a la altura de su status en la clasificación (0-4) y puso contra las cuerdas a las de la Vall, que echaron mano de su espíritu de equipo, de los centímetros de Vega y la muñeca de Murphy para liquidar el choque y sumar su segunda victoria consecutiva (2-2).
Y eso que las cosas no empezaron nada bien. Sin conexión en ataque y endebles en defensa, las mallorquinas echaban de menos a la mejor Page y se mantenían gracias al músculo de Gisela Vega (28 puntos y 9 rebotes). Estudiantes se lo creía, pensaba que podía ser su día y sólo hallaba respuesta en la interior argentina (25-35). Leemans encendió las alarmas (28-39), pero el paso por el vestuario (32-39, descanso) sirvió para dar un volantazo a la situación.
La tercera falta de Ferrari activó a la exterior, que abanderó la reacción de un Mariana que bajo la batuta de Dieme firmó un 13-0 (48-44) que dio la vuelta al choque. La zona de Estudiantes era infranqueable sin Vega en pista. Gisela fue la encargada de frenar todo conato de empuje colegial, y con cinco puntos consecutivos al inicio del cuarto parcial, rematados por la racha de una Murphy más entonada, el Mariana dejó hechos los deberes. La antideportiva de Lovelace fue la puntilla para un Estudiantes que no pudo con un rival que apeló al orgullo y a sus necesidades para hacerse fuerte en Son Angelats.