Cada vez son menos las fronteras que le resta por rebasar al deporte balear. El baloncesto es uno de los mejores exponentes, más tras un verano en el que todas las selecciones nacionales y las medallas con sello español han contado con acento isleño. Y la rúbrica la pueden poner dos talentos que perseguirán el oro en el Europeo absoluto de Polonia. Allí, por primera vez coincidirán dos jugadores nacidos en Balears dentro del combinado de Scariolo. Mientras el mallorquín Rudy Fernández (Palma, 1985) pretende ampliar su colección de medallas con la selección sénior (campeón del mundo, plata olímpica y subcampeón continental), el menorquín Sergi Llull (Maó, 1987) tiene ante sí la oportunidad de asentarse en el mejor equipo del planeta. Rudy y Sergi comparten la formación en dos de las mejores canteras del archipiélago (Sant Josep y La Salle Maó), aunque el director de juego madridista cuenta con la motivación añadida de intentar con los Gasol, Navarro y compañía saldar la cuenta pendiente del oro continental. Scariolo le llevó como invitado, pero la lesión de Berni Rodríguez la permitió dar el gran salto. Con tres internacionalidades a sus espaldas, Sergi espera cerrar en lo más alto un verano especial. Recientemente renovado por el Real Madrid y enrolado en la lotería del Draft (Los Rockets tienen sus derechos), ha encontrado en el otro balear, Rudy Fernández, a un buen anfitrión y guía en vistas a un futuro en el que las siglas NBA empiezan a sonar con fuerza.
El alero de los Blazers ya lo ha demostrado casi todo con la selección (79 internacionalidades). Dos Juegos, un Mundial y con el que se avecina tres Europeos hablan del hacer de un Rudy que ya cuenta las horas para el debut ante Serbia (7 de septiembre, Varsovia). Antes, la recta final de la gira espera a ambos, con la cita de Zaragoza, ante Israel (día 26) como siguiente escala.
Pero Rudy y Sergi no son los únicos baleares que buscarán el oro en Polonia. No muy lejos de la pista, instalado en un lugar notable del banquillo, el fisioterapeuta mallorquín Paco Fernández ha visto recompensadas trece campañas en la Penya -donde coincidió con el pequeño de la saga Fernández- con la llamada para la selección absoluta. Su papel será clave en la puesta a punto y la recuperación de las estrellas de la ÑBA, entre las que dos jugadores baleares ya ocupan un lugar destacado y van camino de prorrogar su estancia durante muchos años. Todo un orgullo.