Marco Rivera ha entrado en la leyenda de la natación balear. El mallorquín logró la séptima posición (15:01.92) en la final de los 1.500 metros libre del Mundial de natación de Roma e igualó la mejor plaza obtenida jamás por un nadador isleño en una cita mundialista, que databa del Mundial celebrado en Guayaquil (Ecuador) en 1982 y con el también mallorquín Rafael Escalas como protagonista. Rivera, quien llegaba de participar en la final de los 800 metros libre, en la que quedó también séptimo, no pudo darle un nuevo metal, el duodécimo, a la delegación española en Roma, después de que Aschwin Wildeboer quedara cuarto en los 50 metros espalda, a un sólo puesto del bronce.
El tiempo de Rivera, quien se clasificó en cuarto lugar para la final de ayer, queda unos segundos lejos del récord de España de los 1.500 que él mismo batió el sábado al registrar un tiempo de 14:57.47. Rivera es el primer nadador español que baja de los 15 minutos en los 1.500 metros libre, una barrera que ayer no pudo superar. La final fue ganada por el tunecino Oussama Mellouli, con un tiempo de 14:37.28. La plata fue para el canadiense Ryan Cochrane, que paró el cronómetro en 14:41.38, mientras que el bronce fue para el chino Yang Sun, con un registro de 14:46.84. Estos tiempos distan algunos segundos de la plusmarca mundial que sigue estando, ocho años después, en posesión del australiano Grant Hackett, quien la estableció en julio de 2001 en 14:34.56.
Esta no es la primera final en la que participaba Rivera en Roma, pues ya el pasado miércoles luchó por una medalla en los 800 metros libre, prueba en la que no pudo pasar tampoco de un séptimo puesto. En ella, Rivera marcó un tiempo de 7:49.46, un registro un poco más lento que el del récord de España que él mismo había batido un día antes en el clasificatorio para la prueba con un crono de 7:49.09.
El equipo español cerró ayer el mejor Mundial de natación de su historia con una medalla de oro, ocho de plata y tres de bronce, en su mayoría logradas por el conjunto de natación sincronizada. La natación pura había sumado dos Mundiales, Montreal 2005 y Melbourne 2007, sin lograr una sola medalla en la piscina olímpica y sólo la sincronizada, las aguas abiertas y el waterpolo habían paliado el magro resultado del equipo nacional en Canadá y Australia. En cualquier caso, tanto en 2005 como en 2007, el equipo volvió a España sin un solo oro, que en Roma lo ha logrado el conjunto de sincronizada en la especialidad de combo. Desde 1994, precisamente en Roma cuando lo hiciera Martín López-Zubero, un nadador español no subía al podio en una final masculina.
Rafa Muñoz ha sido el español que más medallas ha ganado, con dos bronces en los 50 y 100 mariposa y su nombre quedará para siempre en la historia como el tercer nadador que subió al podio de la carrera más rápida de la historia de este estilo tras el estadounidense Michael Phelps y el serbio Milorad Cavic.
Tanto el americano como el balcánico bajaron de 50.00, un dato que significa que avanzan dos metros por segundo. Muñoz, que estuvo a punto de hacerlo, lo calificó como «un pecado».
Escalas
El mallorquín Rafael Escalas representará a los atletas en la comisión técnica de la FINA encargada de homologar los bañadores de competición. La FINA aprobó el pasado 24 de julio en Roma una nueva regulación sobre los bañadores, por lo que se prohíbe el uso de materiales no textiles y se limitan su forma y superficie. Escalas, nacido en Palma hace 48 años, fue el mejor fondista español de finales de los 70 y principios de los 80 y olímpico en Moscú y Los Angeles.