Efe|JOHANNESBURGO
Estados Unidos se convirtió en el rival de España en las semifinales de la Copa Confederaciones después de obrar un auténtico milagro, acabar en la segunda plaza del grupo B merced a su goleada sobre Egipto (3-0) y la de Brasil ante Italia (3-0).
El cuadro norteamericano, que estaba prácticamente desahuciada con las derrotas sufridas frente a Italia y Brasil, se encontró con un premio que casi nadie esperaba, más que nada por lo mostrado hasta ahora por el conjunto de Bob Bradley y por lo que había hecho una selección de Egipto que había tenido una gran actuación hasta este momento, así como por la habitual competitividad de los 'azzurri'.
Bob Bradley efectuó tres cambios. Dio la opción bajo los palos a Brad Guzan en detrimento de Tim Howard, Ricardo Clark volvió a la medular tras cumplir un partido de sanción y apostó en ataque por Charlie Davis.
Precisamente este último, que no jugaba con la selección estadounidense desde el amistoso contra Suecia del pasado 24 de enero, fue el autor del gol que encarriló el triunfo.
Pero todo les salió mal a los africanos y bien a los estadounidenses, quienes se acercaron al milagro con el segundo tanto, obra del propio Bradley a los 63 minutos, y lo sellaron merced a un remate de cabeza de Clint Dempsey (m.71), declarado a la postre el mejor el partido.