Agencias|VILLARREAL
El Real Madrid entregó ayer la Liga al FC Barcelona tras perder ante el Villarreal en El Madrigal. El conjunto blanco debía ganar para, al menos, obligar al Barça a puntuar en Palma si quería entonar el alirón, pero el resultado de ayer propició que el equipo de Guardiola se acostara ya como campeón de la liga 08/09. El partido disputado ayer fue uno más en la historia reciente del Real Madrid en el presente campeonato. Jugó a medio gas, a impulsos, moviéndose sin excesivo criterio y a golpe de improvisación.
El Villarreal, que se jugaba seguir aspirando con firmeza a la Champions, salió con mucha más motivación que su rival. Los de Juande Ramos hace dos semanas que entregaron la Liga y sabían que era cuestión de tiempo que el título volara hacia el Camp Nou. Ayer sucedió. Poco después del primer cuarto de hora el Villarreal se adelantaba en el marcador gracias a un tanto de Pirés. El Madrigal explotaba de alegría y el Barcelona empezaba su particular fiesta anticipada.
La acción tuvo al ex jugador del Real Mallorca, Ariel Ibagaza, como protagonista. El argentino dio un centro medido al corazón del área y el cabezazo perfecto de Robert Pires hizo imposible la estirada de Iker Casillas. Hasta el minuto 46 no volvió a moverse el marcador. Poco después de la reanudación, un centro de Torres al segundo palo, fue rematado por Higuaín y Van der Vaart, en boca de gol, empató el partido. El uno a uno daba opciones al Barça, pero Cani volvió a poner las cosas en su sitio en el minuto 62.
La victoria momentánea del 'submarino amarillo' dejaba otra vez al equipo local por delante del marcador y tranquilizaba de paso a la parroquia azulgrana. Pero la tranquilidad se rompió a tres minutos del final cuando Higuaín empató a dos en un gol que no debió subir al marcador por fuera de juego.
Sin embargo, el colegiado dio validez al tanto y sembró de nuevo de incertidumber los últimos minutos de partido. Capdevila volvió de nuevo a dar la tranquilidad necesaria a la parroquia amarilla y a la 'culé'. En un saque de esquina el jugador catalán aprovechó un error garrafal de Iker Casillas, que al intentar despejar le dejó el balón en los pies, para que libre de marcar rematara a la red. El Madrid entregó las armas y la Liga al FC Barcelona.