Efe|MADRID
La pitada con la que el miércoles fue recibido el himno nacional durante la final de la Copa del Rey que disputaron el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao ha levantado la desaprobación general del Gobierno y de algunos partidos y le ha costado el cargo a Julián Reyes, director de Deportes de TVE, por no emitir ese momento en directo.
Tanto para el Ejecutivo como para el PP, los abucheos desde las gradas de Mestalla por parte de los aficionados de ambos equipos no se corresponden con el sentir de la mayoría de los españoles hacia la Casa Real.
Así, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, cree que es un «hecho aislado» que no «empaña» el respeto de todos los españoles hacia la Monarquía, una de las instituciones «mejor valoradas» por los ciudadanos, y ha instado a no mezclar política y deporte porque son ámbitos «distintos».
En la tribuna del campo se encontraba la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, a quien no le pareció «correcto» pitar a una institución del Estado, si bien ha precisado que, desde su sitio, las autoridades no fueron conscientes de los abucheos.
Como «unos pocos» definió el presidente del PP, Mariano Rajoy, a los que pitaron al himno, y mostró su convencimiento de que la «inmensa mayoría» de los seguidores de ambos equipos están, «como todos los españoles, con el Rey, la nación y el himno».
También el portavoz del grupo socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, se mostraba «seguro» de que «la inmensa mayoría de los ciudadanos respetan el himno, lo comparten y le tienen el mayor de los cariños», aunque aseguró que le «entristece profundamente» la pitada.
Una «enorme pena y tristeza» le causó la pitada al cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Jaime Mayor Oreja, quien pidió no «dramatizar» el hecho, pero tampoco «despreciarlo».
Para el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, no debe mezclarse la política con el deporte, y pidió a los partidos catalanes y vascos que se pronuncien contra la pitada y exijan a los dos clubes de fútbol que «aclaren si tenían algo que ver» con el incidente.
Desde CiU, su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, rechazó silbar «himnos y banderas» y se mostró partidario de «respetar los símbolos», al tiempo que consideraba «paranoico» ser del Barça y no alegrase de las victorias de la selección española cuando su núcleo central es catalán.
Mientras tanto, el director de TVE, Javier Pons, aseguró que él ordenó que se emitieran estas imágenes en el descanso, al finalizar el partido y en la reemisiones posteriores y que ha ordenado una investigación para esclarecer lo ocurrido.