Después de archivar treinta y dos fascículos de la Liga, el Mallorca puede descifrar esta noche la fórmula de la permanencia. Los baleares, subidos a la mayor ola de resultados del curso, están a un partido de solucionar virtualmente el problema y asegurar, un año más, su presencia entre el señorío del fútbol español. Todo está a punto para eso. Manzano recupera la artillería pesada, llega a Son Moix el rival con menos cargas del campeonato y la afición ha captado el mensaje. La salvación está a la vuelta de la esquina (ONO Estadi, IB3 Televisió, 22.00 horas).
El Mallorca llega al partido a toda velocidad. Sus últimas victorias en Palma y el empate acuñado en La Rosaleda han protegido al equipo del fuego cruzado, aunque para redactar un final feliz hace falta rebasar la cota de los 42 puntos en un plazo de tres encuentros que inaugurará hoy mismo frente al Valladolid. Por actitud y juego parece posible. Sólo falta la bendición de los resultados y establecer un blindaje matemático.
La mejor noticia antes de que se abra la veda es que Manzano vuelve a tener a su servicio a todos los tanques de la plantilla. Aouate, Jurado y Aduriz están listos para el combate y salvo que el técnico prefiera reservarlos pensando en el partido de Huelva, ellos serán los encargados de actualizar el once con respecto a su última versión. Todas esas entradas devolverán al banquillo a Lux, Castro y Webó, que ofrecieron en Málaga sensaciones muy diferentes. Si todo sigue su curso, el resto del grupo no debería sufrir más alteraciones, ya que el preparador ha dejado muy claro que el único objetivo que hay ahora mismo sobre la mesa es noquear al Valladolid. Instalarse a un punto de los pucelanos en la clasificación. Nada más.
En cuanto a las bajas, todas responden a la lógica. Con todo el equipo dispuesto a aplicarse las pinturas de guerra, Manzano tuvo que recuperar el bisturí para confeccionar la lista de convocados y los damnificados fueron los de casi siempre. Por un lado, Moyà, que pese a haber recibido el alta médica no ha obtenido todavía la deportiva. Y por el otro, Juanmi Callejón y Óscar Trejo, al que se ha unido en esta ocasión el lateral malagueño Josemi.
El otro partido de la noche se jugará en las gradas. Aunque el horario y la televisión invitan a quedarse en casa, el club ha movilizado a su masa social recordándole lo mucho que hay en juego. Los futbolistas y el cuerpo técnico llevan un par de días lanzando mensajes y los responsables de la entidad han dirigido sus fuerzas a elevar el volumen del estadio. Antes del partido se repartirán entre los aficionados 18.000 bocinas, ya que, según el propio Alemany, lo de hoy es un choque «trascendental» para el futuro bermellón.
El Valladolid, en cambio, se planta en Mallorca liberado de presión y con pocas aspiraciones. No está descartado para luchar por Europa ni para perder la categoría, aunque eso sólo le convierte en un enemigo imprevisible.
La nave que patronea José Luis Mendilibar se ha marcado el propósito de quebrar una serie que le ha tenido alejado de la victoria en las cuatro últimas jornadas.
La baja de Iñaki Bea por sanción podría ser cubierta por Baraja, mientras que el resto de la alineación inicial puede ser la misma del último encuentro de Liga. De este modo, Mendilibar mantendrá a Víctor y el uruguayo Canobbio en la delantera, sin una referencia clara arriba, pese a que Goitom y Oldoni han viajado con el equipo. El técnico vasco sigue contando con las bajas de Sesma, García Calvo y Vivar Dorado.