Los nervios y la actuación de la pareja arbitral desquiciaron por completo a un Palma Playa Park que sumó una inesperada derrota (93-97) ante un Pamesa Valencia que se aprovechó de las circunstancias para salir airoso del Toni Servera en un partido que empezó a empinarse para los de Matías Cerdà en el segundo cuarto.
La ausencia de Íker López y de su aportación bajo los tableros y la falta de acierto de Miki Corbacho desde más allá de 6'25 fueron dos hándicaps añadidos para el equipo de la Platja de Palma, que llegó con opciones a los últimos minutos de la contienda, pero una vez más, las decisiones arbitrales acabaron de manera definitiva con las esperanzas de remontada de un Playa Park que cede terreno- respecto al líder, el UCAM Murcia.