El Real Mallorca se apresta a vivir hoy uno de esos días que serán relatados de generación en generación. En la jornada prevista para sellar el traspaso de poderes, en la fecha que expira la prórroga de 10 días hábiles concedida a Paul Davidson para que abonara los 38 millones de euros por el 91'24% del capital social de la SAD balear, tras el primer intento fallido del pasado 29 de octubre, el mallorquinismo se dispone a presenciar en primera fila uno de los episodios más rocambolescos de este vodevil, que podría desembocar durante la tarde en otro punto y seguido.
Para rizar el rizo de este sainete, que comenzó a redactarse allá por mediados de julio y que desde entonces ha estado adornado con varias funciones, el club isleño sospecha que el empresario británico solicitará hoy un nuevo aplazamiento porque todavía no ha reunido esos 38 millones de euros. Si, finalmente, se confirman las sospechas, la parte vendedora exigirá a la compradora una garantía de pago, una prueba mediante un aval bancario, de que realmente está interesado en ser el nuevo propietario de la entidad. Cabe recordar que esta sugerencia ya se le había formulado con anterioridad y se había negado.
Si tampoco en esta ocasión presenta sobre la mesa ninguna fianza económica, Paul Davidson no sólo perderá su exclusividad por la compra de la entidad -ese privilegio concluye a las 0.00 horas de hoy- sino que previsiblemente se le exigirá el cumplimiento del documento de compraventa, que pasaría por tener que pagar la cantidad estipulada como indemnización por los daños y perjuicios que su incumplimiento pudiera haber ocasionado.
A pesar de que ninguno de los implicados directos de la compraventa contempla la posibilidad real de que Davidson compre el club, entre otros detalles porque el fontanero sigue sin dar señales de vida, la reunión fijada para esta tarde, 18.00 horas, en el Barclays Bank de las Avenidas, se mantiene. Es más, incluso algunas fuentes cercanas al empresario londinense no descartan que se presente hoy en la Isla, sin el dinero, pero con la disponibilidad de seguir aspirando a esa poltrona. Obviamente, su crédito está bajo mínimos y nadie contempla esa opción.
A la hora de cerrar esta edición, la cita no había sido desconvocada ni por Paul Davidson ni por su abogado. Se teme que, como sucediera hace dos semanas, el británico apueste por «liberar las agendas» al mediodía y anunciar oficialmente su incomparecencia. Eso sí, el cónclave perderá a varios de los protagonistas que asistieron hace quince días. En principio, tanto los administradores concursales como los representantes legales de las tres entidades bancarias que tienen pignoradas una porción de acciones de la SAD balear, ya han avisado que no acudirán a esa cita si se confirma el segundo plante del magnate londinense al mallorquinismo «Para ir a hacer el paripé, mejor no vamos», señalaron algunas fuentes.
Los asesores legales y los representantes de Binipuntiró S.L.Unipersonal, la empresa de Vicenç Grande propiedad del 93% de las acciones de la SAD balear, sí que acudirán a la cita, que podría variar de escenario, para constar en acta su presencia y para decidir los siguientes pasos a dar o las acciones legales a emprender. Ya queda menos para despejar la incógnita y para que este 12-N entre en la historia del Real Mallorca. Para bien o para mal, hoy marcará un punto de inflexión en el destino de la SAD balear.