Toni Mora|MAÓ
Enfadados y con razón. El Sporting Mahonés se siente ninguneado por las decisiones arbitrales que le han privado de obtener mejores resultados en tres encuentros de los que se llevan disputados. La errónea señalización de un inexistente fuera de juego a Mario Mora que batía a Linares, privó al equipo de Joan Esteva de encarrilar el choque ante el líder Santanyí, era el 2-0 y restaban 25 minutos por jugarse. Tres puntos importantes que dejaron de embolsarse los blanquiazules, que merecieron llevarse, aunque también hay que decirlo, regalaron en la enésima jugada de estrategia, la opción para que el rival viera puerta. Los de Damià Barceló siguen a seis puntos gracias a estos dos errores, el del mal y desfasado colegiado Serrano Pérez y el balón no sacado con acierto en el interior del área chica. Demasiadas concesiones ante un rival de empaque, oficio, que aprovechó la única que tuvo.
Las cosas empezaban muy bien para el equipo local que se adelantaba en el marcador nada más arrancar el encuentro, lo que hacía preveer la clara posibilidad de sumar los tres puntos en juego. Sin embargo, entre los errores propios y los del árbitro, los locales no pudieron sentenciar y terminaron llegando a los minutos finales con un ajustado marcador. Al final el Santanyí aprovechó la oportunidad que tuvo a falta de nueve minutos y logró un punto de oro en un difícil feudo.