El Newcastle, uno de los cuatro equipos participantes en la Summer Cup, llegó ayer tarde a Palma con la práctica totalidad de su plantilla, a excepción de Michael Owen, pero con el ex mallorquinista Jonás Gutiérrez que se convirtió en el foco de todas las miradas.
El litigio que mantiene con el Real Mallorca, su salida en falso de la Isla y la decisión que tomó de rescindir de forma unilateral su contrato con el club bermellón, hacen que sea una incógnita saber cómo le recibirá la afición en el ONO Estadi. La SAD Balear no ha facilitado el tránsfer internacional al Newcastle, pero el club inglés y el futbolista no renuncian a jugar y esperan que sea la FIFA quien dictamine quién tiene razón y qué indemnizaciones tienen que hacerse efectivas.
El jugador se refirió a esta delicada situación y manifestó que vuelve a Son Moix sin rencor. De hecho, pese a que la situación sigue en los juzgados y también en la FIFA, el centrocampista habla de que el problema, está superado. «Yo estoy muy tranquilo y espero que ellos -refiriéndose al Mallorca- también lo estarán. No hay ni rencores ni nada», declaró.
El argentino declaró que el conflicto que estalló entre él y el club «se veía venir» ya que las semanas iban pasando y no se alcanzaba ninguna solución satisfactoria para ambos equipos. «Era una cosa que se venía arrastrando de hace bastante tiempo, no fue un tema del último mes», comentó. Hoy el jugador entrenará en el ONO Estadi y el viernes jugará con su equipo ante el Newcastle el partido inaugural de esta Summer Cup. El domingo se enfrentará a su ex equipo y ahí es donde la afición dictará sentencia; o le perdonará o le recriminará su actuación. Al respecto, el futbolista dice estar «tranquilo». «Siempre recibí un cariño muy grande de parte de la afición, me brindó su estima los años que estuve aquí y estoy muy contento con los momentos que viví. No creo que haya ningún problema», manifestó el centrocampista argentino.
Jonás se acogió al artículo 17 para rescindir su contrato, un punto que empleó Matuzalem para ir al Zaragoza, y que indica que cualquier jugador que lleve al menos tres años en un club y tenga entre 25 y 28 años puede marcharse. Sin embargo, el club de procedencia del futbolista, Vélez, y también el Mallorca han mostrado su disconformidad con este punto y a la vez han denunciado al jugador por rescindir su contrato de forma unilateral reclamándole una indemnización de 15 millones de euros.
Con este conflicto todavía sin solucionar, llega la disputa de la Summer Cup en el ONO Estadi y que supondrá el regreso del argentino al campo que le vio crecer en europa. Desde el propio club se ha especulado con la posibilidad de que el futbolista «se quitara de enmedio» en la fase final del campeonato por miedo a no lesionarse. Su opinión al respecto se fundamenta en que nada más acabar la temporada, el jugador asistió con su selección a disputar un partido.
El ambiente entre el Mallorca y el futbolista sigue enrarecido y lejos de que las heridas hayan cicatrizado, la situación sigue de plena vigencia y sin encontrar una solución definitiva. Falta la decisión de la FIFA y que los tribunales ordinarios se manifiesten al respecto.