Efe|GINEBRA
Nihat Kahveci convirtió en milagro una remontada que parecía imposible y, con dos goles en los últimos tres minutos, envió a su equipo a los cuartos de final y a la República Checa a casa, víctima de sus errores. No había aparecido apenas Nihat, pero cuando lo ha hecho ha sido decisivo. Con todo perdido, aprovechó un garrafal error de Cech para lograr el empate (m.87) y, dos minutos después, cazó un balón al borde del área y lo puso lejos del alcance del desesperado meta del Chelsea.
Turquía, que había cedido todo el campo a los checos, apenas tuvo más respuesta que algunos disparos lejanos de Tuncay, sin noticias de Nihat y superada por el voluntarioso juego del rival. No hizo falta más que Sionko encontrase la cabeza Koller y que éste rematase con acierto hacia la meta (m.34), para que se desmontase todo el plan turco.Acto seguido, Tuncay Sanli perdió un balón que volvió al área, donde no lo alcanzó Koller, pero sí el osasunista David Jarolim, para marcar el segundo tanto (m.62).
Sólo cuando tuvo cuesta arriba reaccionó el equipo de Fatih Terim, que comenzó a arrinconar a una selección checa que reculó demasiado sobre su área y encajó un gol, con un disparo de Arda Turan al que no llegó Petr Cech (m.75). Turquía se lanzó al ataque en busca de un tanto que le diese la oportunidad de decidir la clasificación desde el punto de penalti. A punto estuvo de conseguirlo si Servet no hubiese cabeceado fuera un balón franco ante Cech, que le puso en franquía el empate al escapársele el balón que aprovechó Nihat. Un golpe anímico para el avispado delantero del Villarreal, que acto seguido hizo gala de su calidad para conseguir el tercero, para llevar al delirio a la afición turca y el drama a los numerosos aficionados checos.