La Regata de las Fuerzas Armadas disfrutó ayer de una entrega de trofeos a la altura del treinta aniversario de un acontecimiento que ha vuelto a poner de relieve el arraigo que tiene entre la flota balear. El Real Club Náutico de Palma albergó una celebración en la que reinó el buen ambiente y fue presidida por el alma máter de la competición, el contraalmirante Marcial Sánchez-Barcaiztegui, que escenificó la celebración de la trigésima edición soplando las velas de una tarta.
Los campeones de las ocho categorías en liza recibieron sus respectivos trofeos. Así las cosas, las tripulaciones y representantes del Obi Wan (J-80), Ancora (vela latina), Mercury (Época y Clásicos), Pantaenius Maximon III(clase 1), Vell Marí V (clase 2), OMI II(clase 3) y Maribel (clase 4) pasaron a formar parte del cuadro de honor de la competición en la que también destacó el Bruix, que se hizo acreedor del premio Grup Serra.
Más de cien embarcaciones han dado brillo a una nueva edición de la Regata de las Fuerzas Armadas cuya celebración final contó con el respaldo del presidente del RCN de Palma, Matía Salvà, y el conseller de Esports, Mateu Cañellas.