Entre la ilusión y la indignación vive el Atlètic Balears la cuenta atrás hacia los noventa minutos que separan al equipo de Toni Cazorla de Segunda División B. La expectación que ha generado el choque ante el Gernika y la posibilidad de que 10.000 espectadores empujen a los blanquiazules desde la grada confluyen con las suspicacias que ha generado entre la directiva el levantamiento de la sanción al visitante Suso.
«Es indignante», resume el presidente del club, Fernando Crespí, tras conocerse que el comité ha decidido dejar sin efecto la expulsión sufrida por el técnico y, sobre todo, la segunda cartulina amarilla que vio el mejor futbolista del conjunto vasco en el encuentro de ida. «Son detalles que hacen que tengas la mosca detrás de la oreja, porque se ha atendido la alegación del Gernika asegurando que no se aprecia el contacto cuando fue una patada de roja directa y cuando el propio árbitro asistente le dice claramente al colegiado que es tarjeta», manifiesta el máximo responsable de la entidad isleña.
Sin embargo, la controversia ante un posible trato de favor al equipo vasco no es suficiente para eclipsar la ilusión con la que el club y la masa social baleárica afronta el choque más importante de la historia reciente de la entidad. El encuentro, que arrancará el domingo a partir de las 12.00, no será televisado, lo que ha motivado que las primeras estimaciones coloquen alrededor de los 10.000 el número de aficionados que podrían asistir al choque. Por el momento ya se han retirado cerca de 4.000 entradas en la venta anticipada al precio de 5 euros, una cantidad que se mantendrá hasta el sábado en los puntos de venta fijados por el club y que el domingo pasará a ser de 10 euros ya en las taquillas del estadio.
Y para generar el ambiente de las grandes ocasiones el club que preside Fernando Crespí ha previsto una serie de acciones encaminadas a crear la atmósfera más propicia para los suyos. La cantante Marga Pocoví interpretará el himno del Atlètic Balears en los prolegómenos del choque y Sinto Llobera aportará su experiencia en los grandes eventos deportivos que se han desarrollado en Mallorca para ponerse a los mandos de la animación del encuentro.
Los aficionados podrán encontrar todo tipo de merchandising relacionado con el Atlètic Balears para dar colorido a las gradas de una instalación que dispondrá de todos los elementos necesarios para garantizar la seguridad de los asistentes. Desde el club se ha hecho un llamamiento para que los aficionados acudan con antelación al recinto y también ha previsto que se utilicen las barreras junto a los nuevos edificios construidos anexos al Estadi Balear.
El partido ante el Gernika también tendrá espacio para la nostalgia y el homenaje a los aficionados ilustres que no podrán asistir al choque. «Siempre con nosotros» será el lema que lucirán en sus camisetas los jugadores del Atlètic Balears como recordatorio a los seguidores que han fallecido en la presente temporada como Tomeu Planisi, Joan Marí, Miquel Arnaiz, Tolo Rubert, Bernat Illana y José Monserrat, entre otros muchos seguidores.
Aún es pronto para hablar de los festejos en el caso de que se produzca el anhelado ascenso a Segunda División B, pero todo apunta a que la celebración no distará en exceso de la que se llevó a cabo en la consecución del título del grupo balear de Tercera División. Así las cosas, los jugadores se trasladarían a la Plaza de España, donde la plantilla viviría su primer encuentro con los aficionados para culminar los festejos en la fuente de las Ramblas.
En el plano deportivo, cabe destacar que Toni Cazorla trabaja con todos sus efectivos a excepción de Toni Coll, que es la única baja confirmada para el decisivo encuentro del domingo. El técnico podrá presentar su once de gala en una semana en la que se ha intensificado el trabajo.
Por su parte, el Gernika se ha visto beneficiado por la posibilidad de alinear a Suso, uno de los mejores futbolistas del plantel vasco y uno de los más activos en el encuentro de ida. El Gernika tratará de imponer la fortaleza física exhibida en su feudo en un estadio en el que a buen seguro notarán la presión que ejercerá la grada.