Mateu Cañellas acumula meses escondido entre montones de facturas. Tapado por las deudas y los impagos, el conseller ha ido forjando un discurso agrio con sus antecesores, a los que acusa de haber heredado un caos absoluto y de haber desarrollado una gestión inasumible para las arcas del Govern. El antiguo atleta se ha instalado en la precaridad. Eliminó de un plumazo la «Batalla de las Superficies» y apenas contempla patrocinar alguno de los acontecimientos que fueron santo y seña del anterior ejecutivo. «Se ha acabado el pan y circo. No podemos pagarlo», suele repetir en sus círculos más íntimos. Pero durante el tiempo que ha durado su aterrizaje, Mateu Cañellas ha tenido tiempo para tejer un plan revolucionario, un proyecto que marcará de forma decisiva el futuro más inmediato de los clubes de élite de la Comunitat.
Pronto verá la luz el documento que establece los nuevos criterios a los que se someterá el Govern para otorgar subvenciones a los equipos más emblemáticos de Balears, una maniobra revolucionaria llamada a generar debate y que se aplicará a partir de la próxima temporada. El equipo de Cañellas lleva tiempo trabajando en este nuevo documento vertebrado bajo cinco puntos: transparencia, equidad, objetivos, paridad y futuro.
A partir del curso 08/09, las ayudas que otorgará el Govern -todas serán canalizadas a través de la Fundació Illesport- a los clubes que compiten en categoría nacional tendrán una vigencia de tres años y la cantidad final que percibirán los clubes será el resultado de la suma de una subvención fija y otra variable. La conselleria se ha marcado como prioridad establecer criterios objetivos para repartir dinero público e igualar las ayudas que reciben los equipos masculinos y femeninos.
De este plan de ayudas quedan excluídos las sociedades anónimas deportivas (SAD), circunstancia que sólo afecta al Real Mallorca y al Menorca Bàsquet. En el caso del club de fútbol resulta poco relevante, entre otras cosas, porque la entidad bermellona nunca ha recibido subvenciones de Illesport. Para el cuadro ACB, las cosas son distintas. Era el club