Hace exactamente cinco años, el fútbol balear paladeaba una de las jornadas más especiales de su historia. El balompié isleño al completo se daba la mano para celebrar el bautismo de su selección autonómica y alumbrar el parón navideño con un amistoso ante Malta que reunió a casi doce mil espectadores en las gradas de Son Moix. Un lustro más tarde, esa aventura sigue aparcada y no ha generado una sola secuela, aunque los responsables del balón en la Comunitat se han marcado el objetivo de recuperarla en 2008. Eso sí, para conseguirlo será necesario el respaldo de unas instituciones que, por el momento, no han movido pieza.
Ejemplos
El combinado balear nació en 2002 siguiendo los pasos de Euskadi o Catalunya, las comunidades más expertas y consolidadas en este tipo de iniciativas. Hasta finales de ese año, la posibilidad de juntar a las cuatro islas en torno a un mismo campo de fútbol no era más que una utopía y la única opción válida se reducía a las categorías inferiores. Sin embargo, la idea fue cobrando forma con el paso de los meses y su nacimiento supuso una inyección de ilusión para todos los estamentos futbolísticos del archipiélago, que nunca se habían enfrentado a un reto de esas características. La Federación le encomendó a Llorenç Serra Ferrer la dirección técnica del equipo y el hoy entrenador del AEK quiso todo el mundo participara actívamente en la fiesta. A la hora de armar la primera y hasta el momento única lista de convocados tuvo en cuenta a todas las islas y citó para la ocasión a Miki Garro, Nadal, Óscar Montiel, Juanmi, Rondo, Martí, Sastre, Marcos, Riera, Josemi, Xisco Muñoz (estos once formaron el cuadro inicial), Buades, Ramis, Robles, Paco Soler, Dani Radó, Dani Marqués, Melià, Miquel Àngel Moyà, Javi Ramón, Julián Marcos y Marí. Sólo faltaron algunos ilustres, como Toni Prats, que se cayó a última hora por una lesión en la espalda. Después, el resultado del encuentro era lo de menos. La débil Malta se aprovechó de la falta de rodaje del grupo y se llevó un cómodo triunfo (0-2) que no eclipsó lo más mínimo el buen ambiente de la velada.
Desde entonces, la selección balear no ha vuelto a salir del garaje. A lo largo de los dos últimos años los dirigentes de la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), con Miquel Bestard al frente, habían barajado la posibilidad de resucitarla y a mediados de 2006 se habló incluso de una posible vuelta en una función ante Camerún. Pero la idea no cuajó y los continuos cambios políticos no han ayudado en nada. Aún así, Bestard no arroja la toalla y asegura que será una de sus prioridades de cara al nuevo año: «Nos gustaría intentarlo en 2008, pero necesitamos la ayuda del Govern. Nosotros hemos tanteado el terreno y tenemos muchos jugadores en Primera que estarían dispuestos a jugar con la selección balear. El problema es que no se trata de un tema exclusivamente deportivo». Bestard añade que «en 2007 todo ha ido muy rápido y hemos tenido que renunciar al combinado, pero mi intención es que reaparezca, ya que sería muy interesante para todos. Vamos a probarlo, teniendo en cuenta que hay que trabajar desde ya para conseguirlo».
La idea es atar lo antes posible la colaboración institucional, encontrar una fecha adecuada (presumiblemente durante el parón navideño del curso que viene) y acordar la visita de un rival con el que envolver el enfrentamiento. En principio, existen los mimbres necesarios para que el regreso del combinado se produzca y deje de ser un recuerdo aislado en la memoria de algunos aficionados.