Efe|GLASGOW
El sorteo de los cuartos de final de la Copa de la UEFA, celebrado en Glasgow, sede de la final de la competición el próximo 16 de mayo, deparó emparejamientos complicados para los equipos españoles Sevilla, Osasuna y Espanyol, que se medirán a Tottenham, Benfica y Bayer Leverkusen, respectivamente. El vigente campeón, tras sufrir para doblegar en la prórroga al Shakhtar Donetsk en un duelo épico, tendrá que seguir defendiendo su título ante el Tottenham, que aún no conoce la derrota en la competición, en la que tiene puestas todas sus aspiraciones. Los andaluces devolvieron el trofeo durante el sorteo, con el objetivo de recuperarlo en la final del próximo 16 de mayo en el Hampden Park de Glasgow, pero antes tendrán que enfrentarse a un hueso duro, disputando, además, el partido de vuelta a domicilio.
Su siguiente escollo, en caso de superar el primero podría ser Osasuna, si los navarros consiguen doblegar al Bayer Leverkusen. El finalista de la Liga de Campeones de 2002 sigue esta temporada muy irregular, pero tras doblegar a Blackburn y Lens confía en repetir frente a los navarros. Además, el Espanyol, el otro único equipo que no conoce la victoria en competición europea, contará a su favor con el hecho de no tener ningún enfrentamiento fratricida antes de la final, pero previamente deberá deshacerse de dos correosos adversarios, comenzando por el Benfica un rival no de los más complicados, pero que contará con jugar el partido decisivo en Lisboa.
La otra eliminatoria de cuartos, de la que saldría el rival del Espanyol en semifinales, la disputarán el AZ Alkmaar y el Werder Bremen, dos de los rivales que nadie deseaba encontrarse. Los holandeses, tras eliminar a Fenerbahçe y Newcastle han ganado enteros y se miden al verdugo del Celta y uno de los máximos favoritos al título. En lucha por la Bundesliga, los de Bremen están demostrando su categoría, a pesar de haberse mostrado irregulares en algunas fases de la campaña, contando a su favor con el hecho de disputar la vuelta de ambas eliminatorias en su propio estadio y que, además, sería local en la final en la que el Sevilla también desea estar para ser el primer equipo en revalidar el título desde que lo lograra el Real Madrid en 1986.