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Real Mallorca

Un lujo en el banquillo

Maxi López, el mejor pagado de la plantilla, suma tres jornadas consecutivas en la suplencia y seis en catorce jornadas

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Llegó con la obligación de abanderar el ataque, de triunfar en el Mallorca para justificar su caché. Su sueldo, de un millón de euros más incentivos, el más alto de la plantilla, le señalaba como la referencia goleadora del curso. Apenas unos meses después, su nombre comienza a ser habitual en el banquillo. Ayer, en el Reyno de Navarra, inició su tercer encuentro consecutivo en la suplencia. En total, ya ha sido suplente en seis de los catorce partidos de Liga. Apenas jugó treinta minutos y fue expulsado tras ver dos amarillas. Sus números justifican ese ostracismo. Sólo ha marcado un gol. Fue ante el Espanyol, en el ONO Estadi, y sirvió para que el Mallorca amarrara su primera y de momento única victoria en casa.

Maxi ha ido perdiendo su cuota de protagonismo en beneficio de tipos como Tristán o Víctor. De momento, la enorme inversión realizada a mediados del pasado mes de junio para adquirir a Maximiliano López Gastón (Buenos Aires, 1984) está resultando un fracaso absoluto. El Mallorca apostó fuerte por su cesión. Aceptó las condiciones del Barça y se hizo cargo no sólo de la totalidad de la ficha del delantero argentino, sino también de sus compromisos con el club catalán. Es decir, si los culés conquistan la Liga y la Champions League, la SAD balear deberá abonarle el dinero que el Barça tiene pactado en el concepto de primas. En ese caso, la ficha que cobraría rondaría los ¡2 millones de euros!. Una barbaridad para el Mallorca.

Formado en la factoría de River, el Mallorca anunció su fichaje a bombo y platillo. Después de pelear con clubes como Osasuna o Zaragoza, el club se hizo con su cesión. En Barcelona quedó en el ostracismo, eclipsado por un Etoo enorme y por un Larsson convertido en la alternativa atacante de Rijkaard. 6 goles en 17 partidos el primer año y 5 en 16 partidos antes de llegar al España, avalaron su fichaje por el Barça que pagó 6'2 millones de euros por él cuando sólo contaba con 20 años. Una fractura en un dedo del pie interrumpió su progresión. Su mejor recuerdo se remonta al partido de Liga de Campeones que disputó ante el Chelsea.

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