Miquel Alzamora
El Real Mallorca pretende pescar esta tarde (17.00 h/Estadio Ruiz de Lopera), en un mar muy revuelto. El Betis se presenta en el calendario como un equipo asequible para el cuadro bermellón. Debilitado desde el punto de vista futbolístico, el Betis de Irureta sólo ha ganado un partido, empatado otro y perdido el resto. Cuatro puntos que no engañan y que indican bien a las claras que este Betis no es, ni de lejos, el que hace dos temporadas se clasificó para la Champions con Serra Ferrer en el banquillo.
El Mallorca, pese no jugar todavía de memoria sobre el terreno de juego, ofrece muchas más garantías que no el conjunto verdiblanco. Sus virtudes van saliendo poco a poco a medida que van pasando las semanas. La última prueba de ello es que el grupo de «no habituales» también da la cara, como ocurrió en Bilbao en la Copa del Rey. Pese a que en según qué partidos el juego no enamora -como ocurrió ante la Real Sociedad- sí es efectivo, es decir, se suman puntos y últimamente no se encajan goles.
Todavía queda mucho por recorrer, pero en esta octava jornada, en el Ruiz de Lopera se enfrentarán dos equipos con dos líneas diametralmente distantes una de otra. Superada la tormenta de hace casi una semana a raíz de las declaraciones de Manzano, el equipo jugó en San Mamés sacando un aprobado y pensando en cómo afrontar ya los próximos compromisos ligueros.