Fernando Fernández
Apenas doce días han transcurriso desde que Andrea Dovizioso dio un vuelco radical al Mundial de 250 centímetros cúbicos, y el ruido de las motos, el olor a gasolina y goma quemada vuelve a invadir el ambiente. El último gran pulso entre el piloto italiano y Jorge Lorenzo tendrá como escenario el Circuito Ricardo Tormo de Cheste. La excusa, el Gran Premio de la Comunitat Valenciana y los protagonistas, ellos dos: Lorenzo y Dovizioso, Aprilia contra Honda o e 48 conta el 34.
El premio, ni más ni menos que el título mundial de 250 centímetros cúbicos, para el que parte con ventaja el mallorquín del Fortuna Lotus, que pese a su quinto puesto en Estoril, aterriza en Cheste con trece puntos de ventaja y la estadística a su favor. A Giorgio le basta con acabar por delante de Dovizioso para proclamarse campeón, y dar al motociclismo español su trigésimo título, el quinto en el cuarto de litro, con lo que sería el décimo piloto de nuestro país que logra este hito.
Dovizioso necesita ganar y que Jorge haga quinto, ser segundo y que Jorge acabe décimo, o ser tercero y que el balear acabe 14º. Si el piloto del Team Humangest Honda finaliza cuarto o en una posición inferior, a Jorge no le haría falta ni tan sólo puntuar en Cheste para hacerse con el cetro de la cilindrada intermedia.