El Gobierno aprobó ayer el proyecto de Ley Orgánica contra el Dopaje, en cumplimiento de su compromiso de tolerancia cero frente a este problema, así como el anteproyecto de ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia para favorecer la convivencia y la integración en el deporte.
El proyecto de Ley Antidopaje, que iniciará ahora su tramitación en Cortes, tiene como objetivos «responder a la creciente preocupación ciudadana ante la amenaza social del dopaje, que pone en grave riesgo la salud pública en general y la de los deportistas, y proteger el juego limpio y las valores educativos del deporte». Con la nueva ley se armonizará la legislación española a la internacional y se situará a España entre los países que lideran la ofensiva internacional, cuyo compromiso gubernamental ha sido reconocido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) con la elección de Madrid como sede de la III Conferencia Mundial en 2007.
El proyecto de ley regula la realización de los controles de salud y dopaje; la obligación de someterse a éstos, detallando el alcance y las garantías que deben cumplir; el régimen sancionador y el tratamiento de los datos relativos al dopaje en el deporte y su adecuación a la legislación sobre protección de datos. Asimismo precisa las medidas de control y supervisión de productos, medicamentos y complementos nutricionales, que contienen sustancias prohibidas en la actividad deportiva, y se hace efectiva la tutela penal de la salud pública en actividades relacionadas con el dopaje.