Óscar Pipkin
El Primer curso para monitores de vela en la especialidad de Vela
Adaptada comenzó en la Escuela de Vela Calanova con la asistencia
de más de 30 monitores especializados. En la apertura del curso,
José Luis Ballester, director general de Deportes del Govern,
señaló la importancia que tiene la Escuela como escenario de una
reunión que aporta a los monitores un conocimiento muy específico
sobre un tema en el que es necesario saber tratar a personas que no
se desenvuelven con facilidad en el mar.
Asimismo, Xavi Torres, flamante presidente de la Federación Balear de Deportes para personas con discapacidad, agradeció el apoyo que desde esta dirección general recibe este colectivo. El curso de actualización tiene como ponentes a Emily Johanson, jurado de regatas internacionales y una de las primeras monitoras que impartió clases en la Escuela, que disertó sobre la adaptación de las instalaciones para la práctica de esta especialidad y la organización de regatas internacionales.
Los profesores Daniel Martínez y Montse Remón fueron los encargados de informar a los alumnos sobre tipos de discapacidad, valoraciones médicas y funcionales, métodos de enseñanza y la Vela Adaptada en España. Montse Remón es la directora técnica de la Escuela de Vela Adaptada de Port d'Aiguadolç, un centro pionero en el desarrollo de métodos de trabajo para navegantes discapacitados donde se insiste en el método de considerar las facetas psicológicas del alumno desde la etapa de iniciación hasta la competición. Un deportista de excepción y su experiencia. Joaquín Quero, deportista olímpico en Atenas 2004 estuvo presente para que los monitores pudieran experimentar esta variedad de navegación con los elementos prácticos. Su experiencia en este deporte, del que lamenta la falta de competiciones nacionales, le llevó a Atenas 2004, evento que aunque no le reportó medalla, le dejó una experiencia inolvidable.
La vela adaptada experimentó una expansión a partir de la 2ª Guerra Mundial y se considera un medio de proporcionar actividades de reintegración para personas discapacitadas que contactan con la naturaleza, proporciona autonomía y todo esto redunda en el estado de ánimo y beneficia la autoestima. Los JJOO han impulsado a organizaciones internacionales, que reunieron en algunos eventos a las discapacidades físicas más frecuentes (parálisis, amputaciones) con las sensoriales (invidentes, sordos) y psíquicas (retraso mental, alteraciones en el comportamiento).