Dos de dos. Mejor no pueden ir las cosas en un inicio de temporada regular inédito. Palma Aqua Mágica y Drac Inca se han propuesto imprimir un fuerte ritmo en el grupo de cabeza y marcar distancias respecto a los grandes de una LEB que tiene por segunda semana consecutiva a los de Eloy Doce al frente. En el retorno del baloncesto a Son Moix tras más de una década de sequía, el cuadro de Ciutat ilusiona, destila ambición por los cuatro costados y no está dispuesto a dejar escapar la posición que privilegio que ostenta. Por el camino van quedando Lleida, CAI o Murcia. No muy lejos, Calpe, León y Tenerife no bajan la guardia.
La defensa volvió a dar la clave para la victoria del Aqua Mágica (77-68). Sólo el cuadro de Gustavo Aranzana puede presumir de haber encajado menos puntos, pero la senda es la correcta. Miller no acaba de encontrar la sintonía, pero la profundidad del banquillo celeste permite el lucimiento de otros jugadores que no sean Battle o Stevie Johnson. Xavi Vallmajó ya ejerce como base titular y Juanma Ruiz reclama el protagonismo que ante el Bruesa tuvo. Veintiún puntos, 8 rebotes, una asistencia y 3 recuperaciones hablan de su progresión. La línea la van adquiriendo Santi Toledo y Josep Pacreu, pero ante la canasta contraria les falta un toque de inspiración.
Era el Bruesa un ríval incómodo, pero el oficio del Aqua Mágica será una de las virtudes que les permitirán aspirar a todo en la LEB más exigente de la década. Doce interpretó a la perfección el partido y le ganó la partida a Fisac en todo momento. La mejor manera de estrenarse en casa y generar expectativas entre una hinchada que se marchó con una buena imagen del equipo en su retina. Ése era el otro objetivo. No en vano, la campaña de socios está en marcha y captar adeptos