Fernando Fernández (Madrid)
Los expertos veían en él desde su irrupción en lo más alto del podio de la Copa Aprilia, allá por 1997, a un futurible campeón del mundo. No iban por la senda equivocada, pues Jorge Lorenzo Guerrero (Palma, 1987) ha confirmado todas las expectativas. Después de ser el piloto español más joven en ganar un Gran Premio (Brasil 2003), el más prematuro en estrenarse en el Mundial y en puntuar y devolver a Derbi a las primeras páginas, a Dani Amatriain no le quedaban excusas para frenar su ascenso a 250 centímetros cúbicos. Sus siete podios, dos poles y dos vueltas rápidas, unidos al cuarto puesto en el Campeonato del Mundo, le abrieron las puertas incluso de MotoGP. Pero la prudencia es un rasgo que le define muy bien y afronta su puesta de largo en apenas ocho días sobre el trazado de Jerez como un reto. No descarta nada, ni el título, y ambiciona las más altas cotas.
-¿Es consciente de que las expectativas sobre su persona
se han disparado con su llegada a un equipo como el Fortuna
Racing?
-Es verdad que la gente espera mucho de mí y del equipo. No es
extraño, pues se trata de un equipo oficial Honda, con un
patrocinador sólido, y que además puede decir bien alto que es el
único cuyos pilotos son españoles. Sabemos que los aficionados
quieren que plantemos cara a los azules (Pedrosa) y es lo que vamos
a intentar. Pero tendremos que esperar a que se sucedan las
carreras y ver cómo rodamos para saber cuáles son nuestras opciones
reales.
-¿Le preocupa que en 250 le sigan criticando por su
arriesgada manera de pilotar?
-Mientras no hagas maniobras ilegales, no te saltes el reglamento,
en definitiva, que los comisarios te puedan descalificar, pues no
hay nada que decir. No creo que mi forma de pilotar sea tan
espectacular. Cada uno lo hace a su manera y todos tenemos la
nuestra. Algunos se quejaron porque estaban picados tras acabar las
carreras, pero no creo que me tengan tanto miedo como algunos
afirman.
-No me podrá negar que su progresión ha resultado
espectacular...
-No lo haré. Estoy en un equipo de ensueño, en el que se han
juntado la garra de Xaus, la experiencia de Elías, el talento de
Barberá y mi juventud y ganas de vencer. Es un bloque de cinco
estrellas con el que todos sueñan. Además, podré contar con Juan
Llansá, mi mecánico de confianza. Juanito es una gran persona y ya
llevamos muchos años juntos. Vamos, que no me puedo quejar.
-¿Qué papel desempeña en este engranaje Dani
Amatriain?
-Es una persona fundamental que está a mi lado y me conoce bien,
bastante bien. Sabe que debo aprender, pero eso se hace rodando
sobre la moto, yendo lo más rápido posible. Dani es el alma del
equipo.
-¿Se ha sorprendido por lo bien que ha ido la
pretemporada? Es para estar satisfechos.
-Sí, pero después del primer entrenamiento que hice creí que
estaríamos más cerca de los mejores. La adaptación a la máquina fue
rápida y los resultados llegaron. Pero se nota que es una categoría
dura. Este va a ser el mejor año en 250, porque al margen de los
que siguen respecto al año pasado, llegamos los cinco mejores de
125 con muchas ganas. Va a ser espectacular, pero también muy
complicado.
-¿Ha notado el cambio de moto?
-Es una moto increíble, tiene el doble de potencia, la rueda es el
doble de ancha... Todo dobla a la del año pasado. Eso se nota,
porque te cansas más pilotando y te exige un mayor componente
físico. Al principio te cansas mucho, pero con el tiempo le coges
gusto. Es como una bicicleta.
-¿Y la presión también es el doble respecto al pasado
año?
-Yo trato de no tener presión, sólo me presiono veinte minutos
antes de cada carrera. Entonces ves que ya no hay tiempo para
muchas cosas y no puedes fallar. Cualquier error te puede costar
muy caro, a tí y al equipo.
-¿Se ha fijado el título como objetivo prioritario, o lo
reservamos para más adelante?
-No hay que renunciar nunca a nada, no se sabe lo que puede pasar.
Esta vida lo bueno que tiene es que la mayoría de las cosas son una
incógnita, y en motociclismo, hasta que no empieza la temporada no
se puede decir nada. Y mucho menos esta temporada. ¿Campeón del
mundo? Lo seré. Es lo que sueño desde pequeño y se puede hacer
realidad pronto, eso es lo que deseo.
-Supongo que muchos le recordarán el registro de Dani
Pedrosa, campeón en su primer año.
-Si lo ha hecho, es porque se puede volver a lograr. Es una
posibilidad que existe, pero hay que estar en competición, insisto.
No por ganar el título el primer año ya eres mejor que otro que
lleve más tiempo. Para conseguir algo así se dan una serie de
circunstancias y la suerte también influye. Yo siempre me marco las
metas más altas, si no se consiguen, pues pensaremos en la
siguiente campaña, no pasa nada. Lo que tengo claro es que quiero
ser campeón del mundo, tarde o temprano.
-¿Qué ha cambiado en la vida de Jorge Lorenzo desde que
debutó allá por 2002?
-Ahora me respetan más y es normal. Te miran de otra forma. Cada
año te haces mejor, evolucionas, y cuando miras al pasado ves los
errores que cometías y te da risa. Seguramente pasará lo mismo
dentro de un tiempo cuando piense en la temporada 2005. Con el
tiempo hay mejores pilotos, y por eso tiene más mérito cuando
aparecen pilotos jóvenes, con lo que además crece
la competencia y el Mundial se hace más exigente todavía.
-Se puede considerar un afortunado por contar con una
estructura como la del Fortuna Racing.
-Lo soy, no me puedo quejar y gracias a Dios y a muchas personas,
en especial a mi padre que siempre ha estado detrás de mí y me ha
formado como piloto, he llegado hasta aquí y he tenido una
oportunidad que quiero aprovechar, porque los que estamos aquí
somos pocos y debemos sacar el máximo partido en cada carrera, en
cada curva casi. Tengo la posibilidad de hacer lo que he querido
desde pequeño y eso es una cosa que pocos puedan decir. Por todo
ello, estoy también obligado a corresponder su confianza con buenos
resultados. Por trabajo y ganas no va a quedar.
-En el Circuit Illes Balears se creará una escuela en la
que usted será la referencia. ¿Supondrá un estímulo para la
cantera?
-Eso es lo que tengo entendido. La intención creo que pasa por
formar una escuela de pilotos aprovechando las instalaciones del
circuito, que hasta ahora estaban un poco abandonadas. Más que el
hecho de que la escuela lleve mi nombre, lo que se debe conseguir
es que salgan a la palestra pilotos mallorquines de gran
proyección. Los necesitamos, esta Isla, y Balears en general, tiene
una gran afición al motociclismo, pero nos faltan pilotos. Al
margen de mi trayectoria, no hay muchas más alternativas, y es una
iniciativa loable que se busque hacer realidad el sueño de muchos
jóvenes, como en su día fue el mío. Falta cantera y espero que
pronto seamos más. Pero por encima de todo, que dispongan de unas
condiciones ideales para aprender y mejorar. Es un factor
indispensable para alcanzar el éxito, y más en un mundo tan
complejo como el del motociclismo profesional.
-Me dirá que está cansado de que le hagan esta pregunta,
pero ¿qué tal su relación con Héctor Barberá?
-Es la típica pregunta, no te equivocas porque toda la prensa
coincide, y seguro que a él también se la formulan. La pregunta del
morbo, en definitiva. No es una relación excepcional, pero seguro
que al final de la presente temporada será buena. Poco a poco vamos
hablando más, adquiriendo más confianza. Debemos olvidar las
rencillas que tuvimos, porque ambos tenemos que tirar del mismo
carro, ahora compartimos equipos e intereses y el que no nos
llevemos bien no nos favorece, ni a nosotros como pilotos ni a la
escudería. Debemos aparcar nuestros piques personales. Héctor es un
gran profesional y lo tiene todo para ganar. Ya lo ha demostrado
recientemente, no en vano se quedó a un paso de ser campeón del
mundo de 125.
-¿Para cuando nos reserva el paso a MotoGP del que tanto
se ha hablado este invierno?
-Es pronto, acabo de llegar a 250 centímetros cúbicos y la gente ya
me ve en la cilindrada superior. De momento, sólo pienso en ganar
aquí, me queda mucho tiempo por delante. Sólo tengo 17 años y para
llevar una máquina de doscientos caballos necesitas más
experiencia, la que espero acumular durante mi periplo en el cuarto
de litro. Tengo dos años firmados y espero cumplirlos, y si es
posible seguir, pero lo de MotoGP lo dejaremos para más adelante,
porque se nos presentan retos muy interesantes en lo que nos queda,
porque aún no hemos empezado esta temporada.
-Rivales, muchos y con argumentos para darle dolores de
cabeza...
-Ya lo he dicho. Este Mundial va a ser el mejor de todos los
tiempos en 250. Es evidente que Dani Pedrosa será uno de los
grandes protagonistas, es lógico porque lo que ha hecho tiene mucho
mérito. Ha dejado el listón muy alto, pero está para batirlo. No
podemos dejar de lado a Porto, De Puniet y los que ya corrieron el
Mundial la pasada temporada. Ahora, tampoco nos debemos olvidar de
la savia nueva que llega por detrás. Estamos Héctor (Barberá),
Casey Stoner, Andrea Dovizioso, que es un piloto muy inteligente, y
yo mismo. Todo junto forma una mezcla explosiva, que a buen seguro
que tendrá a los aficionados enganchados. Yo, al menos, lo voy a
intentar.
-¿Serán protagonistas los pilotos
españoles?
-De eso no me cabe la menor duda. En 250, los que estamos vamos a
brillar, pero en MotoGP tenemos en el equipo a dos opciones serias
como Rubén Xaus y Toni Elías. También está Gibernau, pero Valentino
Rossi parece intratable. En 125 queda un buen poso, pero seguro que
nos echarán de menos a Héctor y a mí, pero hay otros chicos que lo
pueden hacer bien y nos cogerán el relevo más pronto de lo que
creemos.
-¿Siente que su labor se reconoce en
Balears?
-Claro, veo que hay mucha gente que me sigue y eso me llena de
orgullo y supone un nuevo estímulo para mi carrera. Además, contar
con el apoyo del Govern es importante. Me siento muy ilusionado,
orgulloso y feliz de poder representar en todo el mundo a estas
Islas, que a fin de cuentas es mi tierra. Yo me siento muy
mallorquín y de hecho allí tengo a parte de mi familia y a buenos
amigos. A todos ellos también les quiero dedicar mis victorias,
porque sé de buena tinta que están siempre muy pendientes de mí y
de todo lo que hago.