Rafael Nadal se abrió paso por primera vez a los octavos de final de un Grand Slam, pero Juan Carlos Ferrero tropezó contra el mejor Guillermo Coria, y será el manacorí el único español que competirá en la segunda semana del Abierto de Australia de los 25 que comenzaron. Nadal, que superó al estadounidense Bobby Reynolds, por 6-1, 6-1 y 6-3, desplegó al fin su mejor tenis, y con una superioridad manifiesta desde el primer punto del encuentro, se deshizo de Reynolds, 283 del mundo, para hacer realidad su sueño: enfrentarse de nuevo al australiano Lleyton Hewitt, su verdugo el pasado año.
El mejor jugador universitario americano en los dos últimos años fue tan solo un aperitivo para el zurdo de Manacor. Había salido de la fase previa y ha participado aquí, casi de casualidad, y prácticamente era un desconocido hasta ayer. En principio Reynolds, de 22 años, tenía previsto competir en un challenger en Brasil, pero no tuvo tiempo para tramitar el visado y decidió viajar a Melbourne pese a que necesitaba que 13 tenistas se dieran de baja de la fase previa del torneo para poder jugarla.
Una vez entró en la previa venció allí al argentino Diego Hartfield, al italiano Paolo Lorenzi, y al israelí Andy Ram. En el cuadro principal había derrotado al español Nicolás Almagro y al rumano Andrei Pavel. Tras levantar una bola de partido contra el ruso Mikhail Youzhny en la segunda ronda, Nadal se despachó a gusto contra Reynolds, jugando con su alegría característica y soltando el brazo a discreción. El estadounidense sólo supo reaccionar al final del encuentro cuando superó una bola de partido y logró romper por primera y única vez el servicio de Nadal (5-2).