A.Orfila/F.Fernández
La fiebre por la Copa Davis se ha extendido a todos los ámbitos de
la Comunitat, y buena muestra es el proyecto sobre el que ya
trabaja el president del Govern. Jaume Matas ha hecho saber en
círculos reducidos que la intención del Ejecutivo es la de pujar
por la organización de una más que hipotética final, en caso de que
el cuadro ponga el factor pista del lado del equipo español. Ese
caso se daría en el supuesto de que Bielorrusia alcanzara el cruce
decisivo. Entonces, el Govern pondría de nuevo sobre la mesa el
ofrecimiento de Palma, aunque el Coliseo Balear podría no ser el
marco. El precedente sentado este fin de semana ha causado agrado
en todos los ámbitos del deporte de la raqueta. Este argumento, y
la presencia elemental de dos jugadores mallorquines en el equipo
nacional, juegan a favor de Ciutat.
La opción de que Madrid o Barcelona sean el escenario del último episodio del asalto a la Ensaladera se mantiene firme, aunque el Govern va a echar el resto para que Moyà y Nadal puedan alzar el trofeo más preciado del tenis mundial ante su gente. De esta manera, se sella la intención de Matas y su equipo de trabajo, liderado por el director general de Esports, Pepote Ballester, de convertir a Balears en punto de referencia del tenis mundial. Pese a todo, la idea adquirirá forma en el momento en el que los emparejamientos de semifinales deparen una final en territorio español. El principal impedimento es la necesidad de un recinto cubierto de magnitud, con lo que Palma pierde enteros en este aspecto, al igual que por haber acogido ya una eliminatoria este año.
En este marco, cabe destacar que tanto Juan Carlos Ferrero como Josep Perlas dejaron ver a la finalización de la eliminatoria que la plaza de toros de Alicante será el marco en el que tenga lugar la serie de semifinales de la Copa Davis, que enfrentará a España y Francia entre los días 24 y 26 de septiembre de este mismo año. El coso taurino ha calado en la Federación Española y con toda seguridad se repetirá experiencia, aunque en esta oportunidad en Alicante, la gran rival de Palma en la pugna por albergar unos cuartos de final en los que ha quedado patente la capacidad organizativa de nuestra Comunidad, que pretende dar el zarpazo definitivo con la consecución de la tan perseguida final, la segunda en casa de la historia y también la segunda consecutiva.