El olfato del Olis Sóller y su saber estar dentro del mercado han permitido a Miquel Ballester armar uno de los conjuntos más competitivos de la Liga Femenina 2. Resarcirse del frustrado ascenso ante Rivas Futura es el objetivo del Joventut Mariana, y para ello se diseñó un proyecto sin fisuras. Uno de los ejes sobre los que se vertebra este compacto bloque -sólo acumulan tres derrotas- es el concurso de Erica Carolina Sánchez (Mendoza, Argentina, 1976). La ala-pívot internacional argentina atesora una amplia experiencia, con pasos por la Lega italiana, en la que se alzó con el título en la temporada 99/00, además de presencias con la elástica albiceleste en el Mundial de China y el Torneo de las Américas de México, que dejó a Carolina Sánchez fuera de los Juegos Olímpicos.
En Sóller ha iniciado un nuevo ciclo tras militar en el Guayaquil ecuatoriano. Con el paso de las jornadas, ha demostrado que es la jugadora resolutiva que Ballester buscaba. Tras veinte jornadas promedia una valoración de 18,2 y 17,7 puntos por partido. «Es una competición muy reñida, con un nivel tremendamente elevado. Creo que estamos en el buen camino, pero hay que ir paso a paso. Ahora debemos asegurar la primera plaza, y más tarde completar el trabajo en los playoffs», apunta una de las grandes figuras de la LF2. Ascender de categoría es la meta de Carolina y del Olis Sóller, que ya piensan en la Liga Femenina. «Se tienen muchas ganas, para ello se armó un equipo de garantías. Se nota en el ambiente que es una ambición. Pero hay que ser prudentes, cualquier paso en falso puede costar la eliminación. En el otro grupo hay rivales notables, como el Canoe o Mercaleón. Será un largo camino» apunta la interior argentina, que no tendría problemas «en seguir más tiempo en Sóller, indiferentemente de la categoría en la que milite».
La seriedad del club presidido por Joan Puigserver inclinó la balanza a la hora de firmar por Olis Sóller, y el excelente ambiente que reina en el vestuario de Es Puig y el entorno animan a Sánchez «a luchar por darles una alegría a todos los que forman esta gran familia. Me han recibido y tratado de maravilla. Ahora debemos responder todas en la cancha». Sus 182 centímetros se antojan elementales en unas series por el ascenso en las que Olis Sóller y Nacex Jovent podrían verse las caras.