Efe|JAEN
El número uno del mundo, el ruso Gari Kasparov, no pudo vengarse
del azerbayano Teimur Radjabov, que le había derrotado en la pasada
edición, y sólo consiguió unas tablas en partida correspondiente a
la segunda ronda del XXI Torneo de Linares.
Kasparov sufrió el año pasado una dolorosa derrota con el joven azerbayano de 16 años. Dolorosa porque tenía las piezas blancas, por la edad de Radjabov y porque era de un país en el que él había nacido y del que había tenido que huir deprisa y corriendo. Kasparov se había preparado especialmente para esta partida que comenzó por una defensa siciliana cerrada. Las primeras jugadas fueron realizadas con mucha lentitud, sobre todo por parte del número uno que consumió cerca de una hora en 14 movimientos.
Después de la fase de apertura hubo cambios de damas y piezas menores (caballo y alfil) que dejaron un final aparentemente igualado. Kasparov tenía dos torres, alfil y seis peones por dos torres, caballo y seis peones de Radjabov.
En estas posiciones, el alfil suele ser superior al caballo ya que es capaz de defender a sus peones directamente y atacar a los de su contrario.
La lucha se centró en el ala de dama. Hubo cambios de alfil y caballo y quedó un final de torres y peones. El joven azerbayano jugó con toda precisión y Kasparov no tuvo más remedio que conformarse con las tablas después 42 movimientos.
El español Paco Vallejo, con negras, consiguió un meritorio empate con el búlgaro Veselin Topalov, sexto del mundo, en una partida que comenzó por la defensa semieslava.
Los dos problemas que tiene el joven menorquín, 33 del mundo, son el insuficiente conocimiento de las aperturas y los problemas de tiempo. El mismo es consciente de ello y esta procurando remediarlos.
La partida fue posicional con casi todas las piezas en el tablero después de la apertura. Los dos ejércitos se mantenían en la retaguardia después de tres horas de juego y Vallejo se iba cargando de tiempo.
De repente, se produjeron las primeras escaramuzas por el dominio del centro que acabaron en igualdad. El español, a pesar de sus apuros de tiempo, no cometió ningún error y consiguió hacer unas tablas que le mantienen en los puestos de cabeza.
El ruso Vladimir Kramnik volvió a decepcionar a los aficionados al hacer tablas con el español Alexei Shirov en tan sólo 21 movimientos y en posición ligeramente ventajosa. La partida comenzó con la apertura española que fue jugada con mucha lentitud por los dos contendientes. Enroques cortos, cambio de dos peones y se acabó. Lamentable.