Carlos Román
La resaca de la primera jornada del año fue dura y muy prolongada.
Con el equipo en plena caída y con la confianza seriamente dañada,
Luis Aragonés intentó hallar junto a sus hombres una salida del
laberinto en el que se encuentran. La plantilla balear, que regresó
ayer al trabajo diario apenas sin tiempo para digerir el revés
encajado en Montjuic, estuvo reunida con el técnico por espacio de
una hora y veinte minutos en los que se intentó dar con la raíz del
problema para evitar que éste siga afectando al rendimiento del
equipo en un tramo tan importante del calendario como el
actual.
La reunión
Luis se citó con todos los integrantes de la plantilla en uno de
los campos de entrenamiento de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio,
donde estaba prevista la realización de una sesión matinal. El
preparador madrileño se dirigió en un primer término a todo al
grupo -hizo incluso incorporarse al lesionado Cortés, que no se
encontraba entonces en esa zona del recinto- y dió lugar a una
reunión sobre el mismo césped para analizar las posibles causas que
han motivado el acceso a esta dinámica perdedora. Tras dialogar
todo el plantel, los jugadores que no habían formado de inicio en
Barcelona pasaron a ejercitarse junto al preparador físico Toni
Servera, mientras que los titulares siguieron hablando junto al
técnico y trataron de encontrar la mejor manera de salir del paso
en los cruciales compromisos que restan por delante.
Una vez finalizada la charla, ambos grupos trabajaron de forma
suave y con diferente intensidad con el objetivo de pasar página
teniendo en cuenta los errores cometidos aunque pensando unicamente
en el encuentro del próximo sábado frente al Celta de Vigo.
La hemorragia mallorquinista empezó en Málaga y por el momento
nadie ha sabido atajarla. La derrotada firmada en La Rosaleda se
intuía como un mal pasajero en medio de una trayectoria regular,
pero desde entonces el Mallorca sólo encadena desencantos y ha
llegado a instalarse en una espiral tóxica para sus intereses. Las
cuatro derrotas consecutivas en los últimos choques oficiales ponen
de manifiesto que la plantilla no atraviesa por su mejor época,
pero aparte de los números, preocupa sobremanera la imagen que ha
desprendido en algunos de estos enfrentamientos. Apartado ya de la
Copa del Rey y con la UEFA en un segundo plano, la Liga se plantea
como la principal tabla de salvación del club y el camino que está
tomando el equipo requiere una respuesta inmediata para esquivar
los sobresaltos propios del tramo final del torneo.
Dejando de lado los análisis, el Mallorca debe recuperar el ritmo
de su respiración aunque la enfermería se lo impida. Luis Aragonés,
que perdió a Alejandro Campano cuando éste disfrutaba del momento
más dulce de toda su estancia en la Isla, debe mentalizarse de la
ausencia del sevillano y añadir a su nómina de no disponibles el
nombre de David Cortés.
Cambios
La defensa sigue siendo la zona del campo más afectada por los
contratiempos y si el entrenador no recupera a los futbolistas con
un mínimo de garantías de que puedan actuar al cien por cien,
tendrá que recomponer la línea más retrasada del campo recurriendo
a lo que tiene en la caseta. Campano viajó a Barcelona aunque
finalmente fue el jugador descartado de la convocatoria porque
sufrió una nueva recaída de las molestias en el bíceps femoral
izquierdo. Su situación está pendiente de exploración aunque el
parte médico de la entidad emite un pronóstico provisional de tres
semanas de baja. Cortés por su parte, tuvo que ser retirado del
campo antes del descanso aquejado de una lesión muscular en la cara
posterior de su muslo derecho y también está pendiente de que se le
explore la zona para conocer cuanto tiempo estará lejos de los
terrenos de juego.
Después de la sesión de entrenamiento de ayer el primer equipo
rojillo disfrutará del día libre en la festividad de Reyes, aunque
las circunstancias exigen que se reanude la actividad en un
exigente plan de trabajo que ha elaborado el cuerpo técnico para
activar nuevamente los sentidos del conjunto bermellón. Tanto
mañana como el jueves, los futbolistas de la escuadra balear han
sido citados para trabajar en una sesión doble que se prolongará
además en una mini concentración durante el mediodía. Aragonés y
sus preparadores quieren mejorar el estado físico del vestuario
para paliar de alguna manera los efectos de una pretemporada que
estuvo marcada por los continuos movimientos. Aragonés es un
técnico cuyos equipos alcanzan la recta final del campeonato en un
estado de forma inmejorable y confía en que este Mallorca mejore
sus prestaciones para encarar los últimas jornadas desde una
posición mejor respaldada.
RCD Mallorca
80 minutos con el Sabio