El destino se ha acordado de un Toni Peña que ha superado todos los obstáculos que se le han planteado y está a punto de obtener su billete para los Juegos de Atenas. De hecho, el maratoniano felanitxer es a día de hoy olímpico, pues recientes registros como los de 2:07:59 y 2:08:10 le avalan, siendo así el único español que ha bajado de las dos horas y nueve minutos en cinco oportunidades. Julio Rey es el único que tiene su plaza asegurada, y el mallorquín puja con todas las de la ley por una de las dos que restan por designar.
Tras veinticinco horas de interminable viaje, Toni Peña regresó a casa tras firmar un excelente cuarto puesto en el Maratón de Fukuoka, lo que le convirtió en el primer europeo en liza y revalorizó un poco más sus esperanzas olímpicas con 33 años y muchas ganas de hacer algo grande. «Fue una prueba rápida, pues para los japoneses era importante al estar en juego varias plazas para los Juegos. Salieron a un ritmo un poco suicida y en la segunda parte corrieron un poco más lento, con viento en contra, y no se pudo hacer una marca mejor por el inicio tan fuerte», señaló un Toni Peña que ya se ha recuperado de la lesión que le impidió estar en el Mundial de París.
El buen trabajo realizado en los últimos meses ha hallado la recompensa esperada y las esperanzas de Peña crecen a medida que el año 2004 se acerca. «El resto de españoles tienen una posibilidad para lograr la marca exigida para viajar a Atenas, y yo tengo otra posibilidad, después de Fukuoka, de mejorar mi tiempo en una nueva maratón. Ahora debo recuperarme y entre enero y marzo prepararé a tope una prueba, que puede ser la de Londres, Rotterdam o Boston, aunque aún no tengo tomada la decisión. De esa manera, certificaría mi presencia en los Juegos», añadió el deportista balear, recibido a primera hora de la tarde de ayer en el aeropuerto de Son Sant Joan por sus más allegados. Su sueño olímpico adquiere forma y eso ilusiona a Peña, pues «es la única competición que me falta. Además, tengo la sensación de que estaré allí en el mejor momento, y si voy estoy seguro de que no volveré de vacío», concluyó un maratoniano que espera poner la rúbrica a su trayectoria con el oro olímpico.