Xisco Cruz|SABADELL
Tomeu Llompart debutó con triunfo en la Copa del Rey. El entrenador
interino del Real Mallorca saldó su éxito su segundo y quizás
último partido como máximo responsable técnico, un duelo marcado
por la efectividad de la dúpla charrúa formada por Martín Ligüera,
autor del primer gol, y Fernando Correa, que firmó un hat
trick.
El técnico inquense se mostró satisfecho por el acierto ofensivo y lamentó el lunar defensivo en los dos goles encajados: «El objetivo era pasar. Nos ha costado más de lo que pensábamos porque hubo momentos de agobio, cuando sólo teníamos un gol de ventaja y eso siempre es peligroso. Al final se impuso la calidad de un equipo de Primera ante un Sabadell que si jugara así todos los partidos jugaría la promoción de ascenso a Segunda. Ha trabajado muy bien, pero en momentos determinantes la calidad de arriba ha superado las ganas, ilusión y fuerza. Conseguimos los goles en momentos puntuales».
La agresividad y la presión son dos factores que agradeció Llompart: «Cuando el resultado es favorable, el juego tiende a bajar los brazos. Pero lo bueno es que los futbolistas trabajaron la presión con mayor o menor acierto». El técnico calificó de normal la bajadas de tensión que vivió el equipo: «Había futbolistas que llevaban mucho tiempo sin jugar porque salen de lesiones, caso de Vicente y Olaizola, y lógicamente si no juegas con asiduidad puede faltar colocación, ritmo, velocidad y esos pequeños detalles. Pero el Mallorca estuvo muy bien ofensivamente y compensó una cosa con la otra».