Europa Press|INDIANÀPOLIS
El alemán Michael Schumacher (Ferrari) demostró a todo el mundo que
es el mejor piloto al dejar ayer prácticamente sentenciado su sexto
título mundial de Fórmula 1 tras vencer en el Gran Premio de
Estados Unidos en el que el español Fernando Alonso (Renault) no
pudo acabar la prueba al romper su motor.
La decepción corrió a cargo del colombiano Juan Pablo Montoya (Williams), que pese a contar con el apoyo de cientos de aficionados de su país y de estar a tan sólo tres puntos en el Mundial, no supo controlar su monoplaza sobre el agua y dijo adiós al título mundial.
El único que aguantó el dominio del alemán fue el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) que ahora tiene una mínima opción de ganar el Mundial si consigue la victoria en Japón y Schumacher no puntúa, ya que ambos pilotos están separados por nueve puntos.
En la salida ya se dejaron ver las primeras órdenes de equipo, ya que Barrichello frenó la salida de su fila en la que estaban Montoya y Fernando Alonso para que su compañero Michael Schumacher pudiera adelantar posiciones.
La venganza del colombiano llegó en la segunda vuelta cuando sacó de la pista al brasileño con lo que a partir de ahí Michael Schumacher tendría que jugársela él solo sin ayuda de nadie, mientras que su hermano Ralf se lograba meter en la segunda plaza.
Justo en la quinta vuelta, Fernando Alonso aprovechó las primeras gotas de lluvia para adelantar a Coulthard (McLaren) demostrando su superioridad sobre pista mojada justo cuando el Ferrari de Schumacher se veía superado por Montoya y por el mismo asturiano, que en esos momentos era quinto.
Cuando todos los pilotos habían pasado por los boxes para cambiar a neumáticos de mojado por la intensa lluvia, se dio a conocer una penalización para Montoya por el incidente con Barrichello y Ralf Schumacher se salía de pista con dos ruedas destrozadas.
Con todo eso el título parecía ya cosa de Michael y de Raikkonen que se estaban disputando la cabeza de carrera sobre un circuito que más bien parecía una pista de patinaje. Aunque para sorpresa de todos, la cabeza la ocupaban Button (BAR) y Frentzen (Sauber) cuando se llevaban recorridas 26 vueltas.
Las cosas para Wiliams cada vez se ponían peor, ya que Juan Pablo Montoya, tras cumplir la sanción, era doblado por Michael Schumacher y por Raikkonen, que se estaban disputando la primera plaza de la prueba, ya que era de esperar que Button y Frentzen perdieran posiciones en las 43 vueltas restantes.
Cuando quedaban 35 vueltas para el final Michael Schumacher se convertía en virtual campeón del mundo al colocarse primero, mientras que Raikkonen no era capaz de superar a Frentzen y a Button. Por su parte Alonso comenzó a sufrir problemas en su monoplaza y cayó hasta la octava plaza tras realizar su tercera parada.
Fue en la vuelta 46 cuando se acabó la carrera para Fernando Alonso que rompió su Renault, ya que una semana más al asturiano le dejaron el motor 'malo' de los dos que dispone el equipo, pese a que el piloto español va mejor en el campeonato que Jarno Trulli.
La carrera no sufrió demasiadas modificaciones hasta el final y Michael Schumacher fue el primero en ver la bandera a cuadros, aunque la remontada de Raikkonen le llevó a la segunda plaza y a posponer la victoria de Schumacher en el Mundial dos semanas hasta el Gran Premio de Japón, donde la emoción será máxima.