La Tercera balear busca una referencia, al equipo que marque la dirección a seguir. Después de que se hayan consumido un buen manojo de jornadas, sólo el Constància parece estar en condiciones de asegurar que éste es su año, pero su visita al Estadi puede desviar su trayectoria. El domingo se mide a un Atlètic minado de dudas en el primer gran partido del curso 2001/02, y de esa cita uno de los dos aspirantes debe salir reforzado.
Inca vive uno de sus mejores años. La llegada de Jaume Bauçà le ha dado una dimensión al Constància que ha derivado en un extraordinario inicio de competición, apoyado por unos dígitos inmaculados: no ha cedido ninguna derrota en 15 jornadas, suma 26 goles a favor y ha encajado sólo 8 goles en contra. Sus 33 puntos le han servido para instalarse en la cima de la competición y amenaza en convertirse en el agitador de la Liga.
El grupo de la Vía de Cintura está algo más convulsionado, porque los últimos resultados han fracturado su espectacular arranque y han obligado a la directiva a tomar medidas. Dani Salas y Juan Samper han sido despedidos, mientras Julio y Manu han sido los refuerzos para encauzar el camino del éxito. Pasa por ser el equipo menos goleado, pero sus números en ataque son oscuros. Sin embargo, tiene un partido menos y eso le puede convertir en un par de jornadas en el mejor equipo de la categoría con el permiso de la Peña Deportiva.
Será una guerra de pizarras (Benigno Sánchez contra Jaume Bauçà), de goleadores (Manolo contra Nebot) y de defensas, pero en los últimos años el clásico se ha ganado siempre en el centro del campo.