Lorenzo Martínez ROMA
La «máquina» que realiza el control antidopaje en Italia, a la que
el centrocampista español Pep Guardiola, del Brescia, acusó
abiertamente de posible error tras su primer positivo de
nandrolona, se la ha vuelto a jugar, pues, casi tan sólo una semana
después, ha confirmado un nuevo segundo caso.
«Soy inocente. Hay una máquina que dice que he tomado nandrolona, pero hay una persona, que soy yo, que dice que no es verdad. Luego la gente puede pensar lo que quiera. No sé si ha fallado la máquina», fueron las palabras con las que un dolido y tajante Pep Guardiola comenzó el pasado viernes su conferencia de prensa, día en que también llegó su suspensión cautelar.
Pero ahora, a tan sólo catorce días de distancia del primer control antidopaje (21 octubre), la susodicha «máquina» del Laboratorio Antidopaje del Acquacetosa, perteneciente al Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI), ha vuelto a confirmar un nuevo positivo, también por nandrolona, de Guardiola en el Lazio-Brescia, del 4 de noviembre.
Dos positivos, en los dos únicos controles antidopaje a que ha sido sometido Guardiola en Italia, que parecen alejar cada vez más su «sueño» mundialista. Pero, también, de confirmarse desgraciadamente ambos casos en los respectivos contraanálisis, podrían más en vilo la continuidad deportiva del jugador.