Algo más lejos de las cavernas, el Drac Inca asume su primer gran reto de la temporada. Avalado por la ascensión que ha experimentado su baloncesto y también por los propios resultados "tres victorias en los cuatro últimos partidos", el grupo de Oliete recibe esta noche al Murcia con el punto de mira puesto en la zona donde conviven los mejores equipos de la Liga. Si a estas alturas de la competición la notoriedad que pueda tener un partido que se fecha en la jornada número once siempre es relativa, el cuadro mallorquín quiere agarrarse a la primera oportunidad que le ha brindado la propia competició para pisar zona playoff.
Históricamente, el Murcia nunca se le ha dado demasiado bien al Inca, especialmente durante las últimas temporadas, aunque eso no deja de ser material para la hemeroteca. Los antecedentes más próximos dejan claro que las trayectorias que han seguido estados dos escuadras son casi antagónicas. El Drac Inca parece encontrarse en plena rehabilitación de un inicio de Liga titubeante. Por primera vez puede presumir de haber enganchado dos victorias y observa el futuro con una ambición que casi había perdido.
En el Murcia las cosas son diferentes y su curva es descendente. Los problemas físicos no han tratado bien al equipo de Pepe Rodríguez y las lesiones de Silva y Ramón Moya parecen tener mucho que ver en la crisis de resultados que ha azotado al equipo durante las últimas semanas. Antes de tomar algo de aire a costa del Llobregrat, el Murcia acumulaba cuatro derrotas consecutivas y eso no ha tardado en proyectarse en la clasificación. El club ha buscado soluciones con la contratacion del experimentado Marcelo Capalbo. El ex inquense Edu Sánchez no parece gozar de la confianza de Pepe Rodríguez y en el nuevo plan Capalbo es quien debe portar la brújula.