La élite de la bicicleta de montaña repetirá en Mallorca si la Unión Ciclista Internacional (UCI) no da marcha atrás. La celebración de la MTB Majorcan Classic, el próximo 12 de mayo, servirá, además de prerequisito, de aperitivo para abrir los brazos a la primera de las pruebas que componen el calendario de la Copa del Mundo del 2003.
De hecho, ya se solicitó formalmente la adjudicación de la carrera que sirve para abrir esta competición en la temporada 2002. Finalmente, la Unión Ciclista Internacional optó por concederle el honor a Madrid. El hecho de haber albergado pruebas de alto nivel reforzó sus opciones, aunque el apoyo de la candidatura olímpica Madrid'2012 y la promesa firme de llevar a más de cien mil espectadores hasta el circuito de la Casa de Campo, han inclinado la balanza a favor de la capital de España.
A favor de Mallorca juegan una serie de factores. El primero es la presencia de una motivadísima Marga Fullana. La tetracampeona mundial y medalla olímpica es el principal reclamo y atractivo, y de ahí que desde el Grup Esportiu Marga Fullana se haya hecho fuerza para contar con un acontecimiento que representaría un escaparate inmejorable para el turismo vinculado al mundo del pedal, y a fin de cuentas, para la imagen de Mallorca a nivel universal.
Debe unirse a ello el que los diferentes directores deportivos dan el visto bueno a nuestra Isla. El grueso de los preparadores firmó una carta apoyando a Mallorca frente a Madrid, pero la decisión de la UCI fue la que pesó más, aunque desde el máximo organismo ciclista, se ha dado luz verde a la opción balear, y sólo se está a la espera de que se abra el plazo de presentación de candidaturas, para formalizar, a través de las federaciones balear y española, la solicitud a la UCI.
Lo ideal de las infraestructuras hoteleras y el clima de Mallorca durante el mes de mayo favorecería que los diferentes equipos aterrizaran con antelación, realizando un stage de pretemporada centrado exclusivamente en el área de Llevant, y que se prolongaría, aproximadamente, por período de una semana. De ahí que la implicación de las instituciones deba ser total. La logística jugaría un papel importante para poder mover toda la infraestructura que rodea a la Copa del Mundo de mountain bike. Para ello, se desarrollaría una importante campaña promocional del evento y se establecería un puente aéreo y marítimo con los principales puertos y aeropuertos peninsulares, a fin de facilitar el traslado de los equipos.