El viento de componente norte-noreste que apareció sobre las dos de la tarde de ayer convirtió la jornada en un verdadero espectáculo. El trofeo V Diada de Mallorca de vela latina arrancó al mediodía de ayer en el Club Náutico de Cala Gamba, aunque las condiciones meteorológicas obligaron a disputar tan sólo una prueba, la espectacularidad y la fuerza del viento "de hasta 18 nudos" hizo que algunas de las tripulaciones en liza tuvieran serias dificultades, llegando un buen grupo a retirarse.
Desde las doce del mediodía, la flota de 41 embarcaciones esperó con incertidumbre, hasta que el Gregal hizo acto de presencia. Decir que las embarcaciones inscritas compiten en las categorías de botes de menos de 22 palmos, más de 22 palmos y llaüts. Pese a las dificultades para la navegación, la flota tildó de divertida la regata.
Uno de los grandes atractivos de esta prueba es el reencuentro de la flota isleña con la murciana, que cuenta con nueve botes llegados desde el Club Náutico de Santa Lucía, en Cartagena. Se trata de barcas de 21 palmos (4'2 metros) que alcanzan altas velocidades, siendo un diseño que con mala mar ofrece pocas prestaciones al estar acostumbrado a navegar por el Mar Menor.