Los dos últimos argumentos que le faltan al Inca siguen en el más absoluto anonimato, incluso el perfil definitivo que adoptará el grupo de Oliete se encuentra sacudido por las incógnitas. De hecho, da la impresión de que el club duda en cómo renovar la apuesta de José María Pedrera. Días atrás, el plan estaba claro: una pareja extracomunitaria interior, pero la lesión del alero extremeño ha generado una disyuntiva importante. Si simplemente se trata de cambiar y mover piezas, la cosa está clara. Hacen falta dos nuevos fichajes "un interior y un alero nato que supla la vacante dejada por Pedrera. No obstante, una facción de la gestora aboga ahora por invertir una cantidad importante en un solo jugador (un pívot americano) y dejar el perímetro en manos de Juan Miguel Navalón, Ramón Bordas y Albeto Alzamora. Ninguno de ellos es un tres específico, pero un parte de la directiva suspira por un gran fichaje y eso reduce a uno la lista de refuerzos.
La opción de incorporar a un extranjero que se mueva lejos del aro no parece convencer en exceso y el nombre de Kelby Stuckey ha emergido de nuevo. El nombre del pívot estadounidense continúa en el mercado. Ninguna de las ofertas que le han servido le satisface e Inca puede volver a ser su destino. Stuckey es un jugador que no depara sorpresas. Durante los últimos años sus números siempre han sido los mismos, aunque su estado físico genera algunas preguntas. Se lesionó de gravedad en la recta final de la temporada pasada y en plena confusión desde el propio club se llegó a decir que Stuckey no volvería a jugar a baloncesto. Orlando Lightfoot fue su sustituto en el equipo.
Pero la realidad poco tuvo que ver con los malos augurios del antigüo director general, Stuckey se recuperó mucho antes de lo previsto, incluso se especuló que podría reincorporarse en las eliminatorias de ascenso, pero su rehabilitación no fue tan rápida y el Inca afrontó los playoffs con Anthony Stacey y Orlando Lightfoot en nómina. Ahora, unos meses después, el nombre de Kelby Stuckey ha recuperado protagonismo y la posibilidad de que forme pareja con Larry Richardson es una de las opciones que maneja el club. Sólo sus elevadas pretensiones económicas y el problema que generaría la falta de un alero mantienen la operación en el aire.
La dirección deportiva no quiere precipitarse y estudia todas las opciones. «Creíamos que a estas alturas el mercado ofrecía pocas alternativas, pero no es así. Está claro que lo ideal sería tener el equipo cerrado y que el entrenador pudiera trabajar con todos los jugadores, pero a nuestras limitaciones presupuestarias se ha unido el problema de Pedrera y tenemos que valorar muchas cosas», advirtió a esta redacción un portavoz del Inca.