La etapa, de 182'1 kilómetros, empezó en la playa del Arbeyal con la salida de 144 corredores que rodaron en grupo hasta la llegada a Luanco, donde un grupo compuesto por once corredores quiso iniciar la aventura en un etapa marcada por la montaña, con tres dificultades en las últimos cincuenta kilómetros. Después de pasar La Espina, un puerto de segunda categoría, situado en el kilómetro 131 de carrera, el trabajo de ONCE-EROSKI empieza a dar sus frutos y los escapados ya sólo contaban con 4 minutos y 50 segundos de ventaja.
En el descenso de La Espina Kyrylo Postyeyeu, del equipo Cantina Tollo Acqua, demarró de sus diez compañeros de fuga y llegó a disfrutar de una diferencia de 4 minutos y 38 segundos antes de encarar la segunda dificultad de la jornada, el Alto de Piedrafita, en el kilómetro 172.
Restaban sólo 6 kilómetros para finalizar la etapa y con el pelotón agrupado comenzaron a aparecer algunos de las principales figuras en la Vuelta a Asturias. Primero fue Jose María Jiménez, tras este amago lo intentó Roberto Laiseka (Euskaltel) y posteriormente uno de los protagonistas del día, Juan Carlos Domínguez, que lo intentó a tres kilómetros para la cima. Finalmente, Horrach (Maia) y Domínguez asumen el protagonismo en el tramo final de la etapa, en la que se impuso el mallorquín del equipo portugués Maia, quien ganó al sprint a su compañero de fuga.