La resolución del tribunal en torno al llamado «caso Karpin» está trayendo ya las primeras consecuencias. Sin ir más lejos el Real Mallorca, tal y como informó este periódico semanas atrás, tiene la intención de reivindicar tanto a la Liga como a la Federación, el derecho que tienen otros futbolistas extranjeros de jugar en España ocupando plaza de comunitarios.
Por el momento los jugadores rusos, rumanos, polacos y eslovenos tienen la oportunidad de actuar en sus clubes sin ocupar plaza de extranjeros. Las fronteras siguen abriéndose poco a poco y el club balear quiere aprovechar el momento para plantear la posibilidad de que sus futbolistas no comunitarios puedan encontrar una vía legal para actuar en la Liga sin ocupar plaza de extranjero ya que esto limita en exceso las alineaciones y el trabajo del entrenador. De entrada el que más posibilidades tiene de aferrarse a un tratado laboral con la Comunidad Económica es Jovan Stankovic ya que, en breve, yugoslavia iniciará un acercamiento con los países de la comunidad para entablar diferentes tratados de colaboración en materia laboral.
Pero el Real Mallorca quiere ir más allá y sus intenciones pasan por dar opciones a los jugadores africanos y sudamericanos a militar en la Liga sin ocupar plaza de extranjeros. El Mallorca ha apostado estos últimos años por este tipo de futbolistas y, ahora, tras fallar el tribunal en favor de Karpin, observa como está luchando en franca desventaja en relación a otros clubes españoles que disponen de jugadores con opciones de aferrarse a la nueva reglamentación de los llamados comunitarios B.
Durante el día de hoy se mantendrá una reunión en Zaragoza entre todos los presidentes de los clubes de Primera División a excepción de los llamados equipos grandes. En este encuentro el presidente del Mallorca, Mateo Alemany, propondrá esta idea que por otra parte es compartida con la gran mayoría de equipos de la máxima categoría del fútbol español.