El italiano Paolo Lanfranchi, del equipo Mapei, ganó ayer, viernes, la decimonovena etapa del Giro de Italia, que ha acabado en suelo francés y en la que el líder, su compatriota Francesco Casagrande (Vini Caldirola), ha sabido aguantar los numerosos ataques que recibió, incluidos los seis que intentó Marco Pantani, que llegó segundo a Briancon. Pantani, ganador hace dos años del Giro y del Tour y que el año pasado fue expulsado de la carrera italiana, lo intentó hasta en seis ocasiones. Gilberto Simoni llegó a 1:01 minutos, seguido del líder Francesco Casagrande y de Stefano Garzelli. Los tres primeros de la general.
Ahora la general queda con Casagrande al frente con 25 segundos sobre Garzelli. Simoni está a 49, Pavel Tonkov se va a los 2:46 minutos y el colombiano Hernán Buenahora a los 3:50. El primer español es José Luis Rubiera, a 6:35 minutos en el puesto octavo, y Santiago Blanco es décimo a ocho minutos. Sin sobresaltos se llegó a las primeras rampas del Agnello, un puerto de 10 kilómetros de subida y cuya cima toca el cielo con sus 2.748 metros de altitud, lugar donde estaba ubicada en esta ocasión el techo de la carrera, la cima Coppi. Coronó en primera posición el colombiano González Pico, líder de la montaña.
En el Izoard, uno de los míticos del Tour de Francia, la situación cambió de forma radical, pues el grupo de Casagrande alcanzó a González Pico. José Luis Rubiera sufrió una caída sin consecuencias pero que le impidió luchar por la victoria.
Pantani fue el más combativo en el final de la jornada, pero estaba condicionado a su compañero Garzelli, el hombre fuerte para la general. Intento romper la carrera hasta en seis ocasiones en los últimos treinta kilómetros. No lo consiguió pero dejo claro que no esta acabado como muchos pensaban. Lanfranchi era el más astuto en el final de carrera, pues aprovechaba el momento para dar de rueda a sus compañeros de escapada, entre ellos a Pantani y su líder Tonkov para conseguir su victoria más importante.