Germán Burgos sigue arrollando con su personalidad. El portero del Real Mallorca se mostró tal como es el pasado jueves por la noche en el espacio Per Afició de TeleNova y se refirió a todos los acontecimientos en los que se ha visto envuelto estas últimas dos semanas.
Burgos está tranquilo, a la espera, y con mono de jugar. Su deseo, hoy por hoy, no es otro que ver rebajada su sanción. «Estoy esperando a ver si me quitan algún partido, en eso estamos. Ahora tengo más tiempo para estar con las nenas, jugar con ellas, pasear al perro, por ahí trato de hacer algo más de padre».
El futbolista no esconde que ahora siente ansiedad por conocer si Apelación rebaja la pena impuesta por Competición. «Es incertidumbre lo que hay ahora. Continúo motivado. Yo sigo entrenando con ganas. El otro día nos dieron libre y me fui a entrenar solo, no me quedo en casa, para nada, esto me motiva para seguir en la lucha».
No obstante Germán sufre mucho en estos momentos. Intenta ocultar su dolor pero el no jugar le corroe el alma. «Sufro por no jugar porque lo mío está en el césped. Acá en la Isla sigue todo bien, por ahí hay alguna persona que se quedó con lo del golpe pero lo mío es el fútbol, el contacto con la gente, estar en la cancha. Es muy duro no jugar».
Sin embargo el Mono tiene claro que en los buenos y en los malos momentos el contacto con la afición tiene que ser igual. Germán es una estrella pero no ejerce como tal cuando en la calle se quita los guantes y pasea como un ciudadano más. «Yo me acerco a la gente, no me creo que soy una estrella ni ando por los satélites, soy una persona común que me puedo acercar a firmar y a dialogar con la gente y eso la gente lo capta enseguida, dicen, este tipo es como yo. Yo quiero manifestarme como siempre he hecho, quiero seguir siendo el mismo», comentó.
Germán es una persona agradecida y en estos momentos, más que nunca, agradece y mucho el apoyo que la afición del Mallorca le ha brindado en estos momentos difíciles para él y su familia.