La presencia de José Antonio Camacho en la final del Europeo Sub 16 será un aliciente más para la generación del 82, los chicos que dirigen con éxito Juan Santisteban y José Armando Ufarte, que hoy tienen la ocasión, una vez más, de elevar el cartel del fútbol español ante Polonia en la final del torneo. Si España tira de la hemeroteca, Polonia es un rival asequible. Ya le ganó en la final de los Juegos Olímpicos en Barcelona 92, y ahora además se presentan los polacos, con el ánimo más bajo, pues en la fase previa los españoles les hundieron (3-0) sin su selección titular.
Santisteban insiste a los chicos que la final se gana en el campo. No vale vivir del recuerdo. Les pide máxima concentración. El técnico tiene plena confianza en ellos. Tras lo visto en semifinales contra Alemania, el esquema de España se basa en un portero con personalidad como Reina, un lateral izquierdo como el sevillano Corrales, con fuelle y técnica individual suficiente como para desbordar en el uno contra uno cuando quiere, y un centro del campo donde el azulgrana Mikel Arteta, diseña todo el juego creativo del equipo con la ayuda de Ernesto. Arteta está en racha y debe ser el hombre que mande a sus compañeros la pauta a seguir en el terreno de juego.