David Blanco (Winterthur Leyma) se hace respetar. El líder del Cinturón dejó claro que no viste de amarillo por casualidad y su nombre infunde respeto. Un inglés "Robert Hayles" alzó los brazos en Algaida, pero Blanco recorrió los 158 kilómetros que proyectaba la segunda etapa con una seguridad y solvencia que no hizo otra cosa que reforzar su candidatura. Joan Horrach (Illes Balears), por si hacía falta, recordó que la fortuna no viaja junto a los mallorquines: sufrió una caída y pinchó en dos ocasiones. El guión requería apelar a la épica y Horrach encontró a Javier Mercadal.
El menorquín realizó un trabajo estupendo y el Illes Balears evitó el naufragio en una jornada en la que tomaron parte 170 corredores y condicionada por el viento, que aguijoneó sobremanera a todo el pelotón en cada uno de las tres ascensiones al Alto de Xorrigo. El vértigo llegó en la bajada a s'Aranjassa, donde se rodó una velocidad de casi 80 kilómetros por hora. El pelotón transitó casi siempre el línea, los intentos de escapada fueron muy tímidos y Miquel Alzamora anduvo en la cabeza del nutrido grupo, aunque nadie pudo neutralizar el demarraje de Robert Hayles.