El Chelsea es un equipo inglés, con patrón italiano y de filosofía universal. Agrupa a futbolistas de tres continentes y ofrece un balompié antagónico al que se concibe en las islas británicas: toca con criterio, presiona con pasión y libera sus aptitudes ofensivas. Un lujo.
Hastiado de que el fútbol inglés amontonara elogios por su raza, entrega y sus balones bombeados hacia la testa de un ariete espigado y robusto, Gianluca Vialli aterrizó en Londres con la intención de alterar el guión y trazar un nuevo camino. Se rodeó de jugadores geniales, de calidad contrastada y especialistas en sus funciones. Hizo del esperanto la lengua oficial del vestuario y el resultado ha sido significativo e inmediato: los azulados han levantado trofeo en Copa doméstica, Supercopa y Recopa.
Cúper analiza al rival
Héctor Cúper recela del Chelsea, porque es el rival con más empaque
de los que se han cruzado en el camino balear. El técnico rojillo
analizaba ayer al rival en la Recopa y resumía su respeto al
conjunto inglés manifestando que «el Chelsea es un gran equipo, es
muy bueno. Es muy difícil encontrarle defectos y deficiencias y va
a ser muy difícil superarles».