ALFONSO GIL
España se mide con un rival que nunca ha ganado un partido, que
tiene un sólo profesional en el equipo, Andy Selva que milita en el
modesto Catanzaro italiano, y que disputa sus encuentros sobre un
terreno de juego en muy malas condiciones, con muchos desniveles y
sobre el que algunas familias pasean habitualmente con sus hijos
incluso mientras se entrena la selección.
Ante un equipo de estas características hay poco que ganar y mucho que perder. Algunos consideran que puede tratarse en vez de un verdadero partido de fútbol, de un simulacro en el que no falte la crueldad de un equipo superior que puede marcar un gol tras otro durante noventa minutos.
Por este motivo, Camacho insiste constantemente en que hay que respetar al rival, en que una forma de hacerlo es no decir que vas a ganar y en que no es lo mismo jugar en casa y sobre un terreno de juego en perfectas condiciones, que sobre un campo en mal estado y sin ambiente alguno.
La selección, instalada en Rímini (Italia), a 22 kilómetros de la República de San Marino, decidió completar su preparación con el último entrenamiento en el estadio de Serravalle, escenario del encuentro.
Pocos cambios se esperan en el equipo nacional a excepción del obligado de Fernando Hierro, que se encuentra sancionado. Paco, defensa del Zaragoza, o Iván Helguera, del Espanyol, son los llamados a ocupar el puesto del capitán del equipo, cuyo brazalete corresponde a Sergi en función del número de internacionalidades.