El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar el Gran Premio de Japón, el cuarto del año, que se disputó este domingo en el circuito de Suzuka, donde se impuso por delante de su compañero, el mexicano Sergio Pérez -que recuperó la segunda plaza del campeonato-, y del español Carlos Sainz (Ferrari), que concluyeron segundo y tercero, respectivamente.
Verstappen, de 26 años, que firmó asimismo la vuelta rápida, logró su quincuagésima séptima victoria en la F1 -la tercera de la temporada y la tercera seguida en Suzuka-, confirmando el dominio de la escudería austriaca, en una carrera en la que Sainz logró su vigésimo primer podio en la categoría reina -el tercero en las tres carreras que ha disputado- y que el otro español, el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Aston Martin), concluyó sexto.
Red Bull brilló de nuevo y no tuvo excesivos problemas para hacer que, desde su óptica, las aguas volvieran a su cauce con otra soberbia actuación en el circuito propiedad de su motorista, Honda. En una carrera en la que Sainz prolongó su brillante arranque de temporada y en la que volvió a sacarles los colores a los responsables de la escudería más laureada de la historia, que decidieron no renovarle y le dieron su volante para 2025 al inglés Lewis Hamilton (Mercedes). Noveno este domingo en un Gran Premio en el que sólo mejora sus cinco victorias el otro séptuple campeón mundial, el alemán Michael Schumacher (que logró una más) .
Verstappen, que lideró todas las tablas de tiempos del Gran Premio a excepción de la inservible segunda sesión libre del viernes, chafada por la lluvia y en la que apenas se rodó, había firmado el sábado, «sin hacer una vuelta perfecta», su trigésima sexta 'pole' desde que corre en la F1. La cuarta en las cuatro primeras pruebas del año. Eso, después de mejorar, por sólo seis centésimas, en la cronometrada principal, a 'Checo', junto al que había firmado 'dobletes' en las dos primeras carreras del año: en Baréin y en Arabia Saudí.
Pero en Australia había sido de nuevo Sainz -que el año pasado ya se había anotado la única victoria que no se apuntaron los toros rojos- el que cuestionó el enorme dominio de la escudería austriaca. Con un triunfo épico, apenas dos semanas después de haber sido operado de urgencia de una apendicitis. En una carrera que Verstappen abandonó en la segunda vuelta, por un problema de frenos; y en la que el mejor piloto de la historia de México no pasó del quinto puesto.
De tal manera, copar de nuevo la primera fila de parrilla anunciaba, como así fue, que la categoría reina recuperaba su 'status quo'. Al menos desde la óptica del equipo de Milton Keynes. Mas aún cuando 'Checo' no salía desde la primera fila desde el Gran Premio de Miami (EEUU) del año pasado. Es decir, 21 carreras después.
Sainz había sido cuarto en la calificación y arrancaba desde la segunda hilera, al lado de su excompañero, y sin embargo amigo, Lando Norris -que acabaría quinto, justo detrás del otro Ferrari, el del monegasco Charles Leclerc-; mientras que Alonso -quinto en las eliminatorias del sábado- lo hizo desde la tercera, con el otro McLaren, el del australiano Oscar Piastri, a su vera.
Hamilton y Leclerc salían desde la cuarta fila; y detrás de ellos lo hicieron el otro Mercedes, el de George Russell -séptimo al final, pero investigado-, y el ídolo local, el japonés Yuki Tsunoda (RB), que condujo hasta meta su décimo puesto en parrilla. En la jornada más calurosa de las tres de un Gran Premio disputado en un circuito 'de piloto', con un diseño único -en forma de ocho-, una recta de meta en pendiente y 18 curvas, algunas de ellas de alta velocidad, muy abrasivas, por lo que la gestión de los neumáticos iba a ser, de nuevo, crucial.
De entre los diez primeros, todos salieron con los medios, salvo Alonso -con blandos, ya que era el único al que aún le quedaba un juego nuevo de ese compuesto-, que opinaba que las simulaciones le auguraban un noveno puesto. Pero Mike Krack -jefe de equipo de la escudería de Silverstone- advertía de que el coche era mejor del puesto que ocupaba en parrilla. Al final, acertó el ingeniero luxemburgués, pero sólo porque el genial piloto asturiano volvió a optimizar recursos y concluyó sexto. Su compañero, el canadiense Lance Stroll, fue duodécimo.
Poco después de darse la salida, en la primera vuelta, ya ondeó la bandera roja. Por fortuna, la única del día. El australiano Daniel Ricciardo (RB) y el tailandés Alex Albon -de la en este arranque de campeonato muy desafortunada Williams- se accidentaron tras tocarse en la tercera curva y después de una interrupción de casi media hora, se volvió a salir desde parrilla. Con las nueve primeras plazas intactas los Mercedes cambiando a duro y Sainz con el neumático medio nuevo.
Verstappen se volvió a escapar en la resalida, esta vez sin incidencias; y 'Checo' también abrió hueco respecto al resto en las enlazadas del primer sector de la pista. Y entre los nueve primeros sólo se registró el adelantamiento de Leclerc a Hamilton, para arrebatarle la séptima plaza. Poco antes de que Tsunoda recuperase la décima plaza que había perdido antes de la interrupción.
Norris paró en la duodécima vuelta a instalar gomas duras; y Carlos, con aire limpio, y Fernando, avanzaron un puesto, para rodar provisionalmente tercero y cuarto. Su compañero Piastri -octavo en meta- repitió operación un giro después, con lo que Leclerc ya era quinto, por detrás del doble campeón mundial asturiano.
Alonso paró en la 14, cambió a neumático medio y regresó a pista por delante del piloto 'aussie' de McLaren. Una vuelta después lo hicieron 'Checo' y Carlos. Y en la 16 lo hizo el astro neerlandés, que, al igual que los anteriores, repitió medios y cedió durante unos instantes el liderato a Leclerc. Éste entraría a garajes en la 23, en la que 'Mad Max' recuperaba su posición favorita. La única que le interesa.
Sainz, que se sigue revalorizando carrera a carrera, había dado cuenta de los Mercedes, ambos con duras aún, en la 19 -en la que pasó a Hamilton- y en la 21 -a Russell-, para empezar a pensar en un nuevo podio con el que acabaría confirmando su cuarta plaza en el Mundial. Un puesto que ocupa ahora con 55 puntos, el número de su monoplaza. A 22 de 'Mad Max', que lidera con trece sobre 'Checo' y con 18 respecto a Leclerc.
Alonso, en una segunda juventud a los 42 años, hizo lo propio poco después. Y en la vigésima quinta, 'Checo', que había rebasado a Norris, era tercero por delante del piloto de Bristol y de Carlos, que rodaba más rápido que Lando, y de Fernando, sexto en esos momentos.
El bravo piloto tapatío adelantó a Leclerc y, superado el ecuador de la prueba, Red Bull volvía a apuntar con claridad a un nuevo 'doblete'. En un 'pit stop' de infarto, el compañero de Sainz y Norris pararon poco después, con ventaja para el monegasco.
A falta de 20, los Red Bull lideraban por delante de los dos españoles, con Carlos tercero, poco antes de que Piastri entrase en boxes, para intentar hacerle un 'undercut' a Fernando ,que paró -para protegerse del mismo- un giro después: el mismo en el que efectuó su última parada el mejor piloto mexicano de todos los tiempos, que llegó segundo a meta para confirmar lo que él mismo describió como la prolongación una personal "tendencia positiva".
Verstappen entró a garajes en la 36 y Sainz lideró provisionalmente la prueba hasta que efectuase su 'pit stop' a falta de 16, para instalar asimismo las gomas duras con los que todos acabaron la carrera. Antes de afrontar la batalla final desde la séptima plaza que pronto se convirtió en quinta, tras quitarse de encima a Sir Lewis -con neumáticos muy desgastados- y cuando Russell paraba a sustituir los suyos.
Sainz rodaba mucho más rápido que Leclerc y que Norris y rebasó al inglés a falta de nueve, por lo que el último obstáculo entre él y el podio era su propio compañero -con las ruedas mucho más degradadas-.
Carlos lo pasó en la primera curva, a falta de siete, y acabó festejando su vigésimo primer podio en la categoría reina, el tercero en las tres carreras que disputó. Cuestionando, indirectamente, las decisiones de la 'Scuderia', que el año que viene tendrá junto a Leclerc a un gran campeón, pero de 40 años.
Por detrás, Alonso aguantaba a Piastri, al que molestó en la chicane de entrada en meta Russell, en acción investigada tras la carrera e indirectamente beneficiosa para el mago del Cantábrico, que le ofrecía su DRS al australiano para asegurarse, de nuevo magistralmente, la sexta plaza, en la que definiría como su "mejor carrera desde hace más de un año".
Verstappen ganó fumándose un puro -el mismo que se podrá fumar Sainz escuchando ofertas- y llegará líder al próximo Gran Premio, el de China, el primero de los seis con formato sprint, que tendrá lugar en el circuito de Shanghái el próximo 21 de abril.