La Fórmula Uno abre en el Gran Premio de Baréin una nueva temporada en la que diecinueve pilotos tienen un objetivo común, el de batir al neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que quiere repetir el paseo triunfal del año pasado en un interminable calendario de 24 circuitos durante 2024.
El neerlandés encadena tres campeonatos mundiales consecutivos desde 2021 y el año pasado fue el más fácil para él, pues sumó un total de 575 puntos, doblando la puntuación del segundo clasificado, el mexicano 'Checo' Pérez (Red Bull), que acabó con 285, y siendo el vencedor de diecinueve de las veintidós carreras de la competición.
Arrebatarle la corona este sábado -pues la carrera se disputa sábado y no domingo- es la meta de todos los demás pilotos de un 'paddock' que lleva sufriendo la superioridad de Red Bull durante tres años y que se ha acostumbrado a escuchar el himno neerlandés y el austríaco al terminar cada uno de los domingos.
Es lo que quiere evitar a toda costa Ferrari, que parece haber dado un paso adelante que ratificó en los test de la semana pasada. De hecho, suya fue la única carrera que Red Bull se dejó por el camino el año pasado, ya que el español Carlos Sainz (Ferrari) fue el único en vencer en una temporada 2024 que sólo tuvo tres campeones, Verstappen (19 triunfos), Pérez (dos) y Sainz, con una victoria.
Por eso mismo todas las escuderías de la parte alta de la parrilla, bien sea Ferrari, Mercedes, Aston Martin o McLaren, han optado por emular el monoplaza del año pasado de Red Bull, con el objetivo de que la copia sea mejor que el original.
Sin embargo, el equipo austríaco ha sido el que más ha sorprendido, pues en vez de sacar una evolución de ese vehículo, ha optado por el RB20, un concepto totalmente novedoso, diferente al del año pasado, y que, por lo que pareció en los test, puede seguir dando el mismo resultado para los de Chris Horner.
Tanto es así que en los test, celebrados en el circuito de Sakhir, donde también se disputará el Gran Premio este fin de semana, Verstappen apenas exprimió su coche a una vuelta y prefirió hacer tandas largas como preparación para la carrera mientras Sainz y el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) lideraban la hoja de tiempos.