La espera toca a su fin para Miquel Pons, que vuelve a escena este fin de semana en el Mundial de MotoE en el Gran Premio de Francia que se disputará en el mítico circuito de Le Mans. El piloto de Campanet afronta su tercera temporada consecutiva en el certamen y lo hace de nuevo en la estructura del LCR Team con el objetivo de pelear por lo máximo. Después de terminar séptimo en su primera experiencia y ser quinto el año pasado, el mallorquín quiere dar otro paso al frente en su progresión.
En los últimos test celebrados en Jerez, Miquel Pons aceleró en su adaptación a la Ducati V21L, que este 2023 sustituye a la Energica empleada hasta el momento como montura única para todos los equipos. No será la única novedad del curso, ya que este año se disputarán un total de 16 carreras en las ocho escalas que hará el Mundial hasta el próximo mes de septiembre.
El piloto mallorquín, que en 2021 disfrutó de una experiencia en el Mundial de Moto2, es uno de los nombres propios de una parrilla que busca sucesor para el campeón de 2022, el Dominique Aegerter. El compañero de equipo de Miquel Pons, el brasileño Eric Granado, es precisamente una de las referencias en todos los pronósticos junto a Jordi Torres y al propio piloto mallorquín, que, a sus 25 años, por talento, experiencia y potencial está llamado a codearse con los mejores.
«El objetivo es estar constantemente en el podio. Es lo que considero un objetivo real. Quiero luchar por carreras y podios y estar delante», es la premisa que trazó Miquel Pons en la presentación del proyecto de esta temporada que arranca en Le Mans y en la que intentará superar un listón que cada año ha ido dejando más alto.